Ewan Mitchell era solo un chico de 13 cuando su maestro lo sacó delante del pizarrón frente a toda su clase y le preguntó a qué quería dedicarse cuando terminara sus estudios. “Actor”, contestó Mitchell, quien para ese entonces acababa de recibir el latigazo de la vocación al ver Ciudadano Kane y Taxi Driver. Sin embargo, lejos de recibir la admiración de sus compañeros, lo único que recibió fue un montón de risas de burla.
Por Infobae
Aquel episodio le dejaría una marca imborrable hasta el día de hoy. Tan imborrable como la cuenca vacía que cubre con un parche su personaje de Aemond Targaryen, uno de los villanos más crueles y sanguinarios de House of the Dragon (La casa del dragón), la serie de HBO basada en la extensa obra de George R. R. Martin.
En la actualidad, el sueño de dedicarse a la actuación ya es una meta cumplida para Ewan. Pero así como sucedió con el intimidante Aemond, el camino hacia el estrellato de Mitchell no ha sido fácil y desde sus años más jóvenes, ha tenido que sacrificarse para lograr destacarse de entre el resto.
Ewan Mitchell, un niño con un sueño
La burla de un salón entero de clases puede ser tan cruel como una de las historias del universo de Game of Thrones (Juego de tronos). Así como la pubertad de Aemond quedó marcada de por vida cuando perdió el ojo en una pelea con Lucerys Velaryon, los 13 años de Ewan también se vieron afectados cuando su salón de clases le hizo bullying al burlarse de su sueño de ser actor.
“Entonces se me vino a la cabeza y dije: ‘Voy a ser actor’, y todo el mundo se rio de mí”, recuerda hoy el actor de 27 años en una entrevista con The New York Times. Sus amigos habían contestado que aspiraban a ser ingenieros, electricistas y otras profesiones más habituales. Pero Ewan, lejos de querer encajar en lo convencional, ya se había decidido a tener una carrera en el mundo de la actuación.
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