Un banco italiano acepta queso parmesano como garantía para otorgar créditos

Un banco italiano acepta queso parmesano como garantía para otorgar créditos

El banco estudió aceptar jamón y aceite de oliva como colateral

 

 

 





En los valles de la región Emilia Romagna de Italia, al sureste de Milán, Credito Emiliano ha utilizado el queso parmesano como garantía de crédito desde 1953.

Celeste Sawczuk 

Este banco regional ofrece préstamos por hasta 24 meses, equivalentes al tiempo que tarda el parmesano en añejarse, y da a los productores hasta el 80% del valor del producto según los precios actuales del mercado. Cada pieza de queso, de alrededor de 36 kilos, tiene un valor aproximado de 300 euros.

Leo Bertozzi, director de la Asociación de Productores de Parmigiano-Reggiano de Italia, explica que “el queso parmesano ha sido utilizado para operaciones financieras desde la Edad Media. Esto se debe tanto a su valor, dado que cada pieza redonda compacta contiene el equivalente a 550 litros de leche, como al hecho de que el añejamiento toma años, lo que hace necesaria la financiación hasta que el producto pueda venderse”.

Giuseppe Montanari, de 65 años, productor de queso, menciona: “Este mecanismo es nuestro suero vital. Utilizo los préstamos para comprar leche. Es una fabulosa manera de financiar nuestros gastos a tipos convenientes, y el banco no arriesga mucho porque siempre les queda la opción de vender el queso”.

La importancia del queso parmesano en esta región es tal que cada pieza de 36 kilos es marcada con un número de serie, asegurándose de que pueda ser rastreada en caso de ser robada. En febrero de 2017, ladrones entraron a un almacén y robaron 570 piezas antes de ser capturados por la policía. William Bizzarri, de 58 años, quien administra las bóvedas de queso, comentó: “Gracias a Dios atrapamos a los ladrones antes de que rallaran el queso”.

El banco estudió la posibilidad de aceptar otros productos regionales como jamón prosciutto y aceite de oliva como colateral. Sin embargo, Bizzarri aclara que estos productos son más difíciles de almacenar y marcar: “Son más fáciles de robar o reemplazar”.

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