“Desde hace tiempo vemos con asombro como destruyen el bosque en los cerros de la parroquia de Altamira de Cáceres del municipio Bolivar de Barinas”, advirtió Hugo Mendoza, el domingo 14 de abril, al ver que no ha habido quien pare la tala de árboles y, lo peor pasó: dejó de bajar agua por la quebrada El Cedro.
Corresponsalía lapatilla.com
Esta quebrada es la que alimenta el acueducto de Altamira de Cáceres, pero el daño que han ocasionado “los depredadores de la naturaleza”, alcanza a otras nacientes de aguas que son: San Rafael, Las Matías, El Portachuelo, El Suspiro y La Chayota.
El Cedro es la última naciente afectada, donde actualmente existen 38 árboles anillados, que es el mecanismo asesino utilizado para quitarle la vida a los bosques y terminar formando parte del negocio de los mercaderes forestales.
El Ministerio de Ecosocialismo, Guardería Ambiental y Fiscalía del Ministerio Público, pueden actuar para frenar el avance del desastre ocasionado por la quema de los bosques en las montañas de la parroquia Altamira de Cáceres.
La preocupación de los ciudadanos se debe a que durante muchos años, los recursos naturales de esta zona habían sido aprovechados eficientemente permitiendo y ayudando a su renovación, que en el presente no está en planes de quienes comercializan y matan los bosques en Altamira de Cáceres.