Padres y representantes de la Escuela Básica Cecilio Acosta, ubicada en el sector El Silencio de Campo Alegre en Maturín, denuncian las precarias condiciones de la institución. Mencionaron que la deficiencia en el servicio de agua y la falta de vigilantes, son algunos de los problemas que afecta a los estudiantes y al personal.
Corresponsalía lapatilla.com
Mary Subero, una de las representantes de centro educativo, manifestó que la escuela a simple vista está en mal estado. Solo basta con ver la entrada, cuya cerca se desplomó tras la caída de un árbol, que también afectó un techo y un poste.
“El agua es pésima, ahorita es que está medio funcionando, pero en los meses atrás solo hubo clases virtuales, porque no había agua y la bomba del tanque se había quemado. Eso produjo que perdieran muchas clases”, expresó Subero.
Elisa Aníbal denunció que a principios del año escolar, los niños perdieron muchas clases por la falta de agua que impedía mantener limpios los baños. De igual forma, se refirió al servicio del CNAE que fue hasta hace unas pocas semanas cuando llevaron los alimentos para preparar las comidas.
“En cuanto a la Escuela Cecilio Acosta hay mucha decadencia, de verdad mucha falta de todo. En el portón de la entrada, varios niños ya se han roto su camisita, porque el portón ya está que se cae. Los baños no se pueden meter los niños, porque están en muy malas condiciones”, indicó Raiza Bermúdez, otra representante.
Exhortaron al gobernador chavista Ernesto Luna, así como a la jefa de la Zona Educativa, Carolina Estaba, para que se aboque a solucionar las fallas que presenta esta institución. El personal docente aprovechó para denunciar los presuntos maltratos por parte de la directora y exigieron que se investigue esta situación.