Los jugadores Felipe Melo, del Fluminense, y Kyle Walker, del Manchester City, se enzarzaron al término de la final del Mundial de Clubes que terminó con la victoria del conjunto inglés por 4-0.
Tras el pitido final, el brasileño y el inglés se empujaron en el césped, se encararon y soltaron los brazos. También acudió para participar en la trifulca Jack Grealish, del City, hasta que el resto de los jugadores y miembros del cuerpo técnico de ambos clubes separaron a los futbolistas y evitaron que la situación fuera más grave.
El Manchester City logró su primer título del Mundial de Clubes tras golear en la final jugada en Yeda por 4-0 al campeón de la Copa Libertadores. Fue el quinto trofeo del cuadro inglés esta temporada y el cuarto título del Mundial de Clubes para el entrenador español Pep Guardiola, el técnico que más ha ganado en esta competición.