Irán acusó este jueves a países occidentales de mostrar una falsa preocupación por las mujeres iraníes en medio de una nueva polémica en el país por la hospitalización de una joven tras sufrir un supuesto altercado con las autoridades por no llevar el velo.
“En lugar de hacer comentarios intervencionistas y parciales, y expresar una insincera preocupación por las mujeres y niñas iraníes, deberíais preocuparos por el personal médico y los pacientes de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
El diplomático iraní acompañó sus palabras en la red social X (antes Twitter) con imágenes de huelgas de sanitarios en países occidentales.
Las críticas de Teherán al supuesto intervencionismo occidental se producen en medio de una nueva polémica en el país persa por el trato que reciben las mujeres.
La joven Armita Garavand se encuentra hospitalizada en estado inconsciente desde el domingo tras sufrir un supuesto altercado con las autoridades del metro de la capital por no llevar el velo, según las denuncias de organización kurda de derechos humanos Hengaw, con sede en Oslo.
Garavand, de 16 años, se desmayó cuando entró en uno de los vagones del metro de Teherán, donde se encontraba con dos amigas, todas ellas sin velo, según muestran imágenes de vídeo difundidas por medios estatales.
Las imágenes de seguridad difundidas por IRNA muestran como las tres jóvenes entran en unos de los vagones del metro y a continuación dos de ellas salen cargando a la tercera.
No se han hecho públicas imágenes de lo que ocurre dentro del vagón.
La joven se encuentra ingresada en el Hospital Fajr, perteneciente a las Fuerzas Aéreas, desde entonces, y según Hengaw, inconsciente.
Los responsables del metro han negado que se produjese cualquier incidente y han atribuido el desmayo a “una bajada de tensión”.
Las autoridades están impidiendo que los periodistas que no pertenecen a medios estatales informen de la situación.
Así, la reportera Maryam Lotfi del diario reformista Shargh fue detenida durante varias horas el lunes tras visitar el hospital donde está ingresada la joven para informar de la situación.
El incidente recuerda al de la joven Mahsa Amini, quien murió hace poco más de un año tras ser detenida por la llamada policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico, una muerte que las autoridades atribuyeron a causas naturales.
Su muerte provocó fuertes protestas que durante meses pidieron el fin de la República Islámica y solo desaparecieron tras una represión que causó 500 muertos, la detención de al menos 22.000 detenidos y en las que fueron ejecutados siete manifestantes, uno de ellos en público.
El primer aniversario de la muerte de Amini se conmemoró el 16 de septiembre en medio de una fuerte represión y un enorme despliegue de fuerzas de seguridad, y solo se produjeron tímidas protestas.
En los últimos meses el Gobierno iraní esta tratando de reimponer el uso del velo, con la presencia de patrullas en las calles, la denegación de servicios y la aprobación de una ley que endurece los castigos por no cubrirse el cabello.
EFE