Cabe señalar, que los vascos eran expertos en la caza de ballenas y la practicaban en el Cantábrico desde el siglo X. Con siglos de experiencia en esta actividad, extendieron sus horizontes hasta Islandia, Labrador y Terranova en el siglo XVI. Esta práctica resultaba muy peligrosa, y cobró numerosas víctimas, sin embargo, se trataba de un negocio tan lucrativo, que muchos se arriesgaban.
Durante el largo lapso que se ocuparon en esta empresa, establecieron en América del Norte más de quince estaciones procesadoras, particularmente en la isla Petit Mécatina de Quebec. Los vascos llamaban el golfo de San Lorenzo, la Gran Baya (bahía).
Para 1570 llegaban hasta treinta barcos balleneros a la región cada año, y además de los barcos, traían chalupas de dos palos para arponear a los cetáceos. Lo descuartizaban, y la grasa se llevaba a las calderas que eran calentadas en hornos de leña para extraer el aceite, este era un producto muy demandado ya que se utilizaba para los candiles que alumbraban las casas, templos, edificios públicos. La carne de otros paces se salaba y se vendían. Las barbas de las ballenas también se comercializaban, ellas servían para la confección de corsés, varillas de abanicos y sombrillas, se aprovechaban hasta los huesos, que eran utilizados en la construcción.
Esta productiva actividad económica duró, aproximadamente, hasta 1703, cuando los franceses tomando control del territorio evacuaron a los vascos de las ricas aguas del golfo de San Lorenzo.
Esta noticia nos resulta importante porque nos pone en contacto con un aspecto menos estudiado, el hecho de que, además del reino de Castilla, que auspicia el viaje de exploración de Colón en 1492, que finalmente lo conduce a descubrir América, los vascos, por su parte, independientemente de la corona española, y probablemente sin conocimiento de las circunstancias, estaban estableciéndose en la parte más al norte del mismo continente americano. El autor Daniel Weiss afirma que llegaron a finales del siglo XV, e insinúa la posibilidad, de que los vascos hayan sido los descubridores de América.
Desde hace mucho tiempo que se especula con esa posibilidad, sin embargo, esta teoría, hasta ahora, no ha podido ser comprobada, ya que no se poseen datos concretos que confirmen la presencia de los vascos en América del Norte antes de 1492. De acuerdo con Weiss, la fecha más remota en la que se registra la explotación ballenera por parte de los vascos en América, es 1517.
Economista/ Master en Finanzas/Historiador. https://gerardolucas.wordpress.com/