Luis Barragán: Del olvido cultural

Luis Barragán: Del olvido cultural

Luis Barragán @LuisBarraganJ

Tal día, como hoy, diez años atrás, en la Asamblea Nacional, el oficialismo finiquitó el trámite del proyecto de Ley Orgánica de Cultura. Empleada la mayoría ejercida tan arbitrariamente ejercida a nivel de la comisión correspondiente y de la plenaria, por lo pronto, el hecho acarreó cinco importantes paradojas.

La primera, desde la instalación misma de la Comisión Permanente de Cultura, se planteó la aprobación del instrumento legal impuesto finalmente en la segunda discusión celebrada el 13 de agosto de 2013, añadida la creación de un fondo especializado, pero jamás Maduro Moros lo promulgó después que sus partidarios se rasgaron las vestiduras por sancionarlo. Vencido el plazo para la promulgación, sin que jamás devolviera la pieza legislativa, año y medio después dictó un decreto ley en el que desapareció el fondo que ellos supusieron exclusivamente combatido por Fedecámaras y sus lacayos.

La segunda, la oposición fue despojada de la presidencia de la referida comisión, como de otras que reglamentariamente le correspondían, siendo una baja considerable la de Miguel Angel Rodríguez, el diputado que la encabezaba. Sin embargo, continuamos adversando el proyecto asumiendo responsabilidades antes insospechadas, constando todavía en las redes nuestras modestas actuaciones, aunque importa reconocer, a pesar de su sectarismo y dureza, como de las enormes diferencias ideológicas y políticas que sostuvimos, la diputada Gladys Requena fue una leal competidora en el seno de la comisión en la que sucedió a Miguel Angel, como no ocurrió con la directiva asamblearia al debatirse en un par de ocasiones la propuesta legal.





La tercera, preparados para la reforma de las leyes militares, según lo anunciamos con antelación, de acuerdo a las normas reglamentarias fuimos destinados a la tan polémica comisión obligándonos a profundizar en la materia: defenestrado Miguel Angel, Maite Espinaza y Gisela Kosak solicitaron una entrevista personal pidiendo que no abandonásemos la pelea, y seguimos adelante, también con el apoyo decidido y valiente de Diana López, otrora directora de Cultura del municipio Chacao, y el aporte invalorable de Nicomedes Febres. Luego de sancionada la ley, surgieron voces del mundo cultural en los principales diarios para quejarse, dándoles miedo luchar en medio de la refriega parlamentaria; todavía esperamos que nos devuelva la llamada un escritor que se encontraba en la isla de Margarita el fin de semana en la que acudimos a la consulta oriental de la propuesta, invitándolo infructuosamente a dar una rueda de prensa para que después el muy orondo pretendiera armar un escándalo en una entrevista de la prensa, cuando el mal estaba hecho, o la periodista que nos increpó alegando la inutilidad de combatir un proyecto siendo minoría en el parlamento, en un medio radial.

La cuarta, los partidarios del gobierno armaron una alharaca en vías de aprobarse y una vez aprobada la ley, junto a otras propuestas como la de protección social del artista que llevó igualmente a estrellas de la televisión a montar un espectáculo en el hemiciclo. Hoy, nadie se refiere al fracaso de los textos legales y a la crisis humanitaria compleja que también y bastante los aqueja, limitándose mecánicamente a respaldar a Maduro Moros, por no mencionar que, desgraciadamente, acertamos con los pronósticos de 2013.

La quinta, el mayor de sus fracasos, ya no hay siquiera una política cultural del régimen a menos que se diga de la importación por varias horas y pago millonario de cantantes en un país en la debacle, con un régimen deseoso de dar señales de normalidad y de una situación arreglada. Sólo basta con ver en la prensa escrita de finales del siglo XX y, la que queda, oficial y oficiosa del XXI, para apreciar el contraste de la oferta cultural de todo ámbito, y la actual, añadida la de un cine de dominante procedencia estadounidense que no tiene comparación con la más diversificada de décadas atrás.

Sobrevive una escasa documentación de la discusión que tuvo cierta resonancia en la opinión pública, hacia 2013, insuficiente para evitar el olvido (puede verse: http://leydecultura.blogspot.com; https://www.youtube.com/watch?v=oE-wgNuowkI&t=105s; y https://www.youtube.com/watch?v=KdHHHm5pnsg&t=123s), siendo el de la cultura uno de los problemas fundamentales del país. Una materia que nos ocupó apasionadamente en la diputación, como luego la del comercio electrónico, Esequibo, Fuerza Armada, universidad, o la relegitimación de la democracia.

@luisbarraganj