La trágica vida de Stu Ungar, la leyenda del póker que perdió 30 millones de dólares en apuestas y cocaína

Stu Ungar fue una leyenda del Póker. ganó tres series mundiales. Obtuvo millones de dólares y los perdió detrás de sus adicciones (AP Photo/Lennox McLendon)

Fue uno de los mejores jugadores de la historia. Ganó tres Eventos Principales de la Serie Mundial, un récord. Sus inicios en el juego en la infancia. El predominio en el Gin Rummy y su coeficiente intelectual superior al normal. Cómo fue su desembarco en el póker. Su estilo agresivo

Stu Ungar fue una leyenda del póker. Muchos sostienen que integra el podio de los más grandes de la historia. Su estilo era salvaje e impiadoso. Era agresivo y estentóreo. Deshacía a los rivales: se quedaba con sus fichas y con su orgullo. Tenía una habilidad sobrenatural para descubrir el juego de los demás: además de vencerlos revelaba qué cartas tenían en la mano. Como si fuera el hombre con la visión de rayos X. 3 veces fue campeón del evento principal de la Serie Mundial. También obtuvo el tricampeonato en el Amarillo Slim´s Super Bowl de Póker, el segundo torneo en importancia en esos años. Protagonizó el regreso más espectacular de todos los tiempos cuando ya todos creían que estaba acabado y que su talento se había apagado.

Por Infobae





Ganó más de 30 millones de dólares a lo largo de su carrera. Y los perdió. Su decadencia fue veloz y muy dolorosa. Las adicciones lo devoraron. La cocaína y las apuestas desbocadas. Muchos sostienen que su coeficiente intelectual era de más de 164. Pero no le bastó con la inteligencia. Murió joven en un hotel de mala muerte. En Las Vegas, en el único lugar en el que podía morir. Con nada más que 800 dólares en su bolsillo. El mayor talento del mundo póker, a un año de haber vuelto a la cima de su juego, estaba solo y quebrado. Su corazón terminó explotando.

Droga y deudas

En ese tiempo también empezaron sus problemas con las drogas y con las apuestas compulsivas. Las deudas se fueron acumulando y ya no alcanzó la protección de Romano. Debió buscar un nuevo destino.

Llegó a Las Vegas para jugar gin. En realidad llegó fugándose de Nueva York. Tenía deudas y lo perseguían algunos mafiosos. Ahí ya no encontraba rivales. Nadie quería jugar con él. En los últimos meses ofrecía hándicaps ridículos para que alguien se animara a enfrentarlo. Pero sin importar la ventaja que tomaran, caían derrotados y, para peor, eran maltratados y humillados por la soberbia de Stu.

A las pocas semanas vio una posibilidad en el Texas Hold Em. Él abonaba la leyenda de que el primer torneo que jugó fue la Serie Mundial de 1980, la primera que ganó. Pero hay al menos un registro de que se anotó en otro unos días antes y quedó eliminado muy pronto.

por su sombrero de cowboy y fallecido hace un par de semanas) contó que nunca en toda su carrera vio a otro jugador ir aprendiendo y progresando en su juego a lo largo de un torneo como Ungar en esa primera Serie Mundial. Su último obstáculo fue Brunson, al que derrotó con facilidad. Por ese torneo ganó más de 350.000 dólares.

Al año siguiente regresó. Y volvió a triunfar. Uno de los pocos en hacerlo en años consecutivos.

 

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