Muchas veces las historias de vida suelen ser inspiradoras. Samantha Frye es una joven de 18 años originaria de Ohio, Estados Unidos, que, en lugar de gastar el dinero que ahorró para la universidad, decidió invertirlo en comprar el restaurante Rosalie’s en la ciudad de Strasburg.
Por Clarín
Samantha -quien comenzó como lavaplatos en el lugar cuando tenía solo 16 años- siguió trabajando en el restaurante incluso cuando éste se vendió a nuevos dueños hace un tiempo.
Según informó USA Today, mientras ascendía de rango como jefa de cocina, también mantuvo otros trabajos, incluido ayudar a su padre y en otro restaurante cercano.
La inversión de su vida
Cuando los nuevos dueños decidieron poner el negocio en venta, Samantha no pudo resistir la oportunidad y decidió tomar la iniciativa. Con el dinero que había ahorrado para la universidad y el apoyo de su familia, compró el restaurante y se convirtió en su dueña y gerente general.
“Estaba pensando que tal vez esto era algo que quería hacer. Tenía ahorros porque estaba ahorrando para la universidad, así que tenía bastante dinero ahorrado. Y pensé, posiblemente podría hacer esto”, contó la joven en una entrevista con WNEM-TV.
Samantha admitió que al principio tuvo dificultades para aprender a manejar el negocio, pero que su pasión y dedicación la ayudaron a superar esos obstáculos. La joven recibió mucho apoyo de la gente de su ciudad y ha inspirado a muchas personas con su historia y tenacidad. A pesar de su corta edad, Samantha se está desempeñando con éxito como dueña y gerente general de Rosalie’s.
Samantha Frye se describe a sí misma como una apasionada del emprendimiento y la gestión de negocios desde muy joven. A menudo ayudaba en el negocio de su familia y soñaba con tener su propio local algún día, ese día llegó antes de lo esperado.
Aunque su familia apoyó su decisión, Samantha tomó la valiente decisión de invertir todo su dinero ahorrado para la universidad en Rosalie’s. Sus padres también han mostrado su apoyo a su nuevo esfuerzo. En declaraciones a USA Today , la madre de Fyre, Brandi Beitzel, confesó que no era un futuro que hubiera elegido inicialmente para su hija pero que ahora “no podría estar más orgullosa”.
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