Perú expresó este miércoles su respaldo a Ecuador y aseguró que el presidente de ese país, el conservador Guillermo Lasso, ejerció “sus funciones constitucionales” al decretar la disolución del Parlamento y convocar elecciones generales anticipadas, en medio del juicio político en su contra.
“El Gobierno de Perú reitera su respaldo al proceso democrático en la hermana República del Ecuador”, sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores peruano en un escueto comunicado.
La Cancillería agregó que “hace votos para que las elecciones generales, que resultarán de la decisión que ha adoptado el presidente Guillermo Lasso en ejercicio de sus funciones constitucionales, permitan al pueblo ecuatoriano asegurar el mantenimiento de la gobernabilidad política y la paz social”.
Esta mañana, en un mensaje a la nación, Lasso anunció, mediante el mecanismo legal denominado “muerte cruzada”, la disolución del Parlamento, de mayoría conservadora, de modo que gobernará mediante decretos hasta que su sucesor asuma el cargo.
El mandatario ecuatoriano acudió la víspera ante la Asamblea para realizar su alegato de defensa ante la acusación formulada por la oposición por un presunto delito de peculado (malversación).
La figura legal que se conoce como “muerte cruzada” en Ecuador, contemplada en la Constitución de 2008, le permite disolver el Parlamento en vez de esperar al segundo día de debate que debía llevarse a cabo en la Cámara para posteriormente votar la moción de censura, en la que se requieren 92 votos para destituirlo, equivalentes a dos tercios del hemiciclo.
“Ecuador tiene la necesidad de un nuevo pacto político y social que le permita salir de la grave crisis política en la que se encuentra y que, lamentablemente, cada día se profundiza”, dijo Lasso en el inicio de su mensaje.
Subrayó que la solución debe poner fin a “una confrontación irracional e inútil” y señaló que no es posible avanzar y enfrentar los profundos desafíos “a los que nos somete la inseguridad y el terrorismo con una Asamblea que tiene como proyecto político la desestabilización del Gobierno, de la democracia y del Estado”.
En diciembre de 2022, el entonces presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció también en un mensaje a la nación la disolución del Congreso, pero sin que éste le hubiera negado dos veces la confianza, tal y como establece la Constitución, razón por la cual su orden fue calificada mayoritariamente como un intento de golpe de Estado.
Desde entonces, su vicepresidenta Dina Boluarte asumió la presidencia peruana y Castillo cumple prisión preventiva, mientras la Fiscalía lo investiga por rebelión.
EFE