A casi un mes de haber sido intervenido el Hospital Central Luis Ortega, la falta de dotación sigue siendo el peor dolor de cabeza de los pacientes que deben buscar atención médica en el principal centro de salud de Margarita.
Dexcy Guédez // Corresponsalía lapatilla.com
Tampoco la designación de una nueva autoridad única por la “inercia” de la anterior, ha ayudado a cambiar el panorama del hospital de Porlamar.
Antes del fin de semana, las autoridades de ese centro asistencial encabezada por su director Luis Velásquez, anunciaron que contaba con una atención total y que los pacientes no tendrían que comprar los insumos.
Se intentó conversar con esa autoridad y argumentó estar en reunión con la junta interventora y con todos los jefes de los diferentes servicios.
Las quejas en la inclemente sala de espera no se hicieron esperar y nadie supo lo que fue recibir insumos para la atención de sus familiares hospitalizados.
Elys Cardozo tiene a su bebé recién nacida a la espera de que le repitan una prueba especializada y no cuenta con los recursos para hacerla.
“Hace más o menos un mes aquí estuvo la camarada ministra de Salud (Magaly Gutiérrez Viña) y trajo dotación, pero yo he tenido que comprar hasta los guantes quirúrgicos para que atiendan a mi niña. ¿Qué hicieron ese material? ¿Para dónde se lo llevaron?”, se preguntó.
Dayannis Córdoba fue atendida la semana pasada por problemas en los ovarios y la especialista le ordenó pasar este lunes por ese hospital para que le realizaran una citología y le dieran sus medicamentos.
“Me hicieron perder el viaje, porque llegué a la farmacia del hospital y me dijeron que no hay nada. Entonces, ¿para qué lo engañan a uno?, señaló.
Carmen Loero gastó la semana pasada 300 dólares para el kit de una operación de vesícula a la que debe ser sometida.
“Ahora tengo el kit y debo esperar, porque no hay médicos que me operen. Mi presidente, discúlpeme, pero usted manda y manda, pero dónde está lo que manda, porque aquí nunca hay nada”, sentenció.
Elymar Marcano denunció que desde hace más de un mes está acompañando a su hermana que tiene una bebé recién nacida en ese hospital y lo único que le han hecho es una hematología, pero no completa.
“He perdido la cuenta de lo que hemos gastado, porque todo lo tenemos que comprar y no contamos con los recursos. Hasta los tubitos para las muestras de sangre tenemos que comprarlos para llevarlos a los laboratorios privados, porque el laboratorio del hospital está prácticamente cerrado”, subrayó.