Así operó la trama para falsear certificados de vacuna de Covid-19 que salpica a Bolsonaro

El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en una fotografía de archivo. EFE/Joédson Alves

 

Una trama “sólida” y “permanente” para falsear certificados de vacunación contra la covid-19 “en beneficio” del entonces presidente Jair Bolsonaro (2019-2022), su hija menor y sus asesores más próximos. Así resumen las autoridades brasileñas este nuevo escándalo que ha vuelto a poner en el ojo del huracán al líder ultraderechista.

Agentes de la Policía Federal tocaban el timbre de la residencia de Bolsonaro en Brasilia sobre las 06.15 de la mañana de este miércoles para registrarla y requisarle su celular y su pasaporte por orden de un juez de la Corte Suprema.





El objetivo: hallar pruebas sobre la existencia de una red ilícita en la que supuestamente participaron militares, asesores, políticos y médicos, y donde no está del todo claro el papel que jugó el hoy exmandatario.

Todo ello montado para falsificar cartillas de vacunación anticovid y poder saltarse así las restricciones sanitarias en terceros países.

Los documentos de la investigación han sido desclasificados hoy por el juez Alexandre de Moraes, encargado del caso y quien ya conduce otras investigaciones contra Bolsonaro.

En la imagen un registro del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien dijo ser consultado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a quienes les ratificó la voluntad de su gobierno de realizar la próxima Copa América en su país. EFE/Joédson Alves/Archivo

 

La Policía Federal describió el funcionamiento de la trama a lo largo de 114 páginas que han resultado en la prisión de seis sospechosos, entre ellos un antiguo ayudante de Bolsonaro, el teniente-coronel Mauro Cid, dos de sus guardaespaldas y el sargento del Ejército Marcos Reis, que actuaba como asesor.

DESDE GOIÁS A RÍO

Según las pesquisas, que adjunta intercambios de mensajes entre los implicados, todo empezó cuando Cid maniobró para obtener un certificado de vacunación anticovid para su esposa.

Lo consiguió gracias al sobrino de Marcos Reis, médico de profesión, que hizo uno falso en el estado de Goiás (centro).

Pero ante la imposibilidad de introducir desde allí los datos en los sistemas del Ministerio de Salud, lo intentaron desde Río de Janeiro.

Este intento funcionó gracias a la mediación del exconcejal Marcello Siciliano, cuyo nombre aparece citado en las investigaciones del asesinato a tiros de su colega Marielle Franco, en 2018, y quien hoy también fue objeto de búsquedas.

FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reacciona durante la ceremonia de lanzamiento del Programa Nacional de Crecimiento Verde, en el Palacio Planalto en Brasilia, Brasil, el 25 de octubre de 2021. REUTERS/Adriano Machado/Foto de archivo

 

A partir de ahí, se empezaron a introducir datos falsos de vacunación de figuras próximas a Bolsonaro y familiares de estos desde el municipio de Duque de Caxias, en Río, hasta pocos días antes del líder ultraderechista dejar el poder, el pasado 1 de enero.

Según la Policía, la persona encargada de subirlos a la base de datos oficial fue el secretario de Gobierno de Duque de Caxias, João Carlos Brecha, el sexto detenido en la operación de este miércoles.

BOLSONARO Y UN REGISTRO CONFUSO

Las autoridades también detectaron “la existencia de indicios de inserción de datos falsos sobre la vacuna contra la covid-19″ en relación al entonces presidente.

Según consta en los registros, Bolsonaro pudo recibir una primera dosis de Pfizer el pasado 13 de agosto y una segunda del mismo fabricante el 14 de octubre, esta última en medio de las elecciones que perdió ante Luiz Inácio Lula da Silva.

Ambos supuestos pinchazos fueron registrados en un ambulatorio de Duque de Caxias, aunque no hay pruebas de que Bolsonaro estuvo allí en los días señalados.

Los datos de ambas vacunas solo se subieron al sistema el pasado 21 de diciembre a manos de João Carlos Brecha.

Si bien los registros de las dos vacunas fueron eliminados seis días después bajo la alegación de que se trataba de un error.

Jair Bolsonaro (Foto: Reuters)

 

Lo mismo ocurrió, en fechas diferentes pero también en Duque de Caxias, con su hija Laura, de 12 años.

Se subieron sus datos de vacunación presuntamente falsos y luego se borraron, en tesis, “para eliminar los rastros” de posibles “conductas criminales”, según la Policía.

Y, a pesar de que Bolsonaro ha negado haberse vacunado él y su hija, la Policía sostiene que el exmandatario tenía “conocimiento pleno” de la “inserción fraudulenta de los datos de vacunación, permaneciendo “inerte” ante tal delito.

Con todo, De Moraes señaló en los autos que “la estructura criminal creada en Duque de Caxias” fue utilizada para propiciar que “personas del círculo próximo” de Bolsonaro “pudieran burlar las reglas sanitarias impuestas en la pandemia y de paso, mantener de cara al público sus críticas a la vacunación contra la covid-19.

En este sentido, consideró que la posición negacionista de Bolsonaro frente a una enfermedad que ha segado la vida de más de 700.000 en Brasil hace “plausible” y “lógica” la hipótesis de que el expresidente “de forma velada” buscó para él y para terceros falsificar los certificados de vacunación.

EFE