Béisbol en Argentina y el secreto de su crecimiento: uno de cada tres niños de las categorías menores son venezolanos

Béisbol en Argentina y el secreto de su crecimiento: uno de cada tres niños de las categorías menores son venezolanos

Daom es el club de la Liga Metropolitana con más chicos venezolanos en sus planteles. Foto Prensa Daom

 

El béisbol es un deporte con una larga historia en Argentina. La Liga Metropolitana se creó en 1957, el mismo año en el que el seleccionado nacional masculino disputó la primera edición del Campeonato Sudamericano. Dos años después, ganaría el primero de sus siete títulos en ese torneo. Pero ya a mediados de la década de 1920 había en el país una asociación nacional de este deporte. El trabajo, la dedicación y el esfuerzo de jugadores, entrenadores y dirigentes argentinos hicieron crecer el deporte. Y la gran primera participación de Los Gauchos en un Pre Clásico Mundial, a principios de octubre, en Panamá, fue el resultado de ese proceso.

Por: Clarín





Pero hoy el béisbol celeste y blanco no es solo un producto nacional. En los últimos años, recibió un empujón muy grande con la llegada a Argentina de muchos jugadores y entrenadores de varios países latinoamericanos -en especial, de Venezuela-, que con su experiencia fomentaron una mejora en el nivel de juego y en la calidad de los peloteros. Y aunque ese impacto se vio en todos los niveles, en las divisiones menores se hizo más evidente.

“Se aceleró el proceso de crecimiento. Se produjo un impulso significativo en el nivel de competencia en todas las categorías, fundamentalmente en las de menores de 18 años. Y cuando estás inserto en un nivel de competencia mayor, elevás el nivel porque te tenés que enfrentar a jugadores mejores. Hoy la vara está alta en los infantiles, porque hay chicos que juegan realmente bien y el argentino, si quiere estar al nivel, tiene que entrenarse más”, comentó en charla con Clarín Roberto Braccini, presidente de la Subcomisión de béisbol de Daom.

“Históricamente, las categorías menores eran más formativas; el chico aprendía jugando. Eso comenzó a cambiar a partir de 2015, cuando algunos clubes pusieron foco en la base de la pirámide, contratando formadores extranjeros para los más chiquitos. Muchos llegaron con sus familias y trajeron a sus niños, que ya jugaban béisbol”, relata el dirigente.

Y concluye: “Esos nuevos formadores que empezaron a transmitir sus conocimientos y la llegada de los chicos jugadores produjeron un cambio en la visión del deporte, en categorías menores, donde se ve competencia importante desde los 8 años en adelante”.

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