“Su ojo estaba fuera del cráneo”: la cirugía pionera que curó la rara enfermedad de una niña brasileña (Fotos sensibles)

“Su ojo estaba fuera del cráneo”: la cirugía pionera que curó la rara enfermedad de una niña brasileña (Fotos sensibles)

Yasmin Garcia, de 7 años, se sometió a una cirugía mínimamente invasiva que resolvió un problema grave que tenía detrás de su ojo derecho. / HOSPITAL PEQUENO PRÍNCIPE

 

 

 





 

La historia de la niña brasileña Yasmin Garcia es aquella en la de un caso en el que un episodio ordinario, como los que vivimos todos los días, puede cambiar una vida.

Por BBC Mundo

Un juego de tira y afloja en la escuela desencadenó una serie de eventos que, en cuestión de horas, requirieron que la niña de 7 años viajara más de 500 kilómetros para someterse a una cirugía de emergencia.

Afortunadamente, lo que podría haber resultado en la pérdida de visión y un daño estético permanente se resolvió con una cirugía mínimamente invasiva hecha con una aguja.

Sin embargo, para comprender esta verdadera epopeya es necesario retroceder cinco años en el tiempo.

Atención: algunas imágenes que aparecen a lo largo de esta nota pueden herir la sensibilidad de algunas personas.

Primeros síntomas

Cleci Haerter, la abuela de Yasmin, quien le ha hecho también de madre, relata que la primera señal de que algo andaba mal en el ojo de la niña apareció cuando esta tenía solo 2 años.

En ese momento, la familia vivía en la ciudad de Santo Ângelo, en el interior de Rio Grande do Sul (sur de Brasil, cerca de la frontera con Argentina).

“Se despertó con el ojo derecho un poco hinchado y pensamos que era una conjuntivitis”, recuerda.

“A medida que avanzaba el día, comenzamos a notar que el globo ocular comenzó a hincharse demasiado”.

 

La primera hinchazón de los ojos de Yasmin comenzó cuando tenía 2 años. / ARCHIVO PERSONAL

 

A la mañana siguiente viajaron a Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, para hacerle una serie de exámenes.

La primera sospecha de los médicos fue que se trataba de un linfoma, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, una red de vasos y ganglios muy importantes para el funcionamiento del sistema inmunitario.

Las pruebas mostraron, sin embargo, que el problema era diferente: Yasmin tenía linfangioma, una enfermedad caracterizada por la formación anormal de vasos linfáticos (y también vasos sanguíneos), que se agrupan en una determinada región y pueden dilatarse, causar hinchazón y promover la acumulación de líquidos.

Según los expertos consultados por BBC Brasil, esta enfermedad es rara y afecta a una de cada 10.000 personas.

Pero el estado de la niña era aún más inusual.

Estas malformaciones linfáticas suelen desarrollarse en la región de la cabeza y el cuello. En Yasmin, el linfangioma estaba ubicado detrás del ojo.

Eso produce que el globo ocular sea “empujado” hacia adelante debido a la inflamación de los vasos y la acumulación de líquido allí.

Este tipo de enfermedad es tan poco común que ni siquiera existe una estadística oficial de cuántos casos se conocen en el mundo.

Calma y tormenta

Después de ese primer episodio a los 2 años, que se trató drenando el líquido, la vida de Yasmin siguió con relativa normalidad.

“Cuando veíamos que su ojo comenzaba a hincharse, usábamos bolsas de hielo para reducir la hinchazón”, dice Haerter.

“En la escuela siempre hablaba con la dirección y los profesores para que Yasmin no hiciera demasiado esfuerzo físico, ya que eso podía ser el detonante de una nueva crisis”, agrega la abuela.

El ejercicio interfiere con el ritmo cardíaco, cambia la presión arterial y dilata los vasos sanguíneos. Esto, a su vez, podría provocar un desbordamiento de líquido en el linfangioma de Yasmin.

Mientras tanto, la familia se mudó a la ciudad de Cascavel, en el estado de Paraná, cerca de las cataratas del Iguazú.

Y aquí es precisamente donde entra el fatídico episodio del tira y afloja: en la escuela, la niña participó en el juego con sus compañeros y, horas después, ya presentaba la típica alteración de linfangioma.

Todo comenzó con una pequeña mancha morada en el párpado, que pronto evolucionó de forma tal que el ojo se proyectó hacia adelante.

 

Cuando Yasmin llegó a casa de la escuela, su abuela notó una mancha en su párpado. En poco tiempo, la hinchazón creció mucho. / ARCHIVO PERSONAL

 

“Tratamos de controlar la hinchazón en casa y la llevamos a dos oftalmólogos, pero nadie sabía qué era”, dice Haerter.

“El ojo comenzó a hincharse mucho, estaba salido del cráneo. También tenía dolor, no podía comer y solamente vomitaba”.

Haerter llamó entonces al hospital Pequeno Príncipe, que está a unos 500 kilómetros, en Curitiba, y es una referencia en el campo de la pediatría.

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