“Tengo que reunir para hacerme un examen, una biopsia que me sale en 60 dólares ¿de dónde?”. Testimonios como el de Marisol Medina se repiten a diario en una Venezuela económicamente deprimida.
Por Corresponsalía
Las venezolanas han dejado de asistir a consultas ginecológicas por los altos costos, los cuales superan los tres salarios mínimos en un centro de salud privado.
Mirian Yépez, habitante de Puerto La Cruz, cuenta que “con la pensión y algunos tigritos resuelvo lo de la comida, pero tengo que consultas gratis y buscar dónde la estén haciendo, y uno irse para allá. Yo no puedo pagar una clínica o un laboratorio privado”, dijo en relación a sus chequeos médicos.
Los controles semestrales o anuales para cáncer de mama o cuello uterino, principal causa de muerte de las venezolanas, habrían dejado de hacerse, pues las mujeres entran en un dilema. “Comer o ir al médico, se atiende la necesidad más importante o, mejor dicho, la más inmediata: la comida”, dijo María Lunar, quien asegura que tiene cinco años sin visitar a un ginecólogo por falta de dinero.
“En los últimos dos años con la pandemia, hemos tenido una disminución de la atención de las mujeres” dijo Gilberto García, médico anatopatólogo de la Clínica Integral de la Mujer de Barcelona, donde se ofrecen consultas y exámenes especializados de manera gratuita, “aunque muchas pacientes no saben que estamos aquí”.
Atención gratuita
En la Clínica Integral de la Mujer, situada en la Av. 2 del sector Boyacá III, fueron abiertas dos unidades médicas y el primer laboratorio municipal destinado a evaluar citologías vaginales y de mama, además de biopsias de cuello uterino, todo esto como parte del Plan Mujer en Barcelona.
La atención se brinda bajo previa cita, con asistencia especializada, y el horario establecido es de lunes a miércoles de 1:00 pm a 5:00 pm, los jueves de 8:00 am a 12:00 pm y los viernes de 7:00 am a 12:00 pm, y de 1:00 pm hasta las 5:00 pm.