Edgar Romero Nava: Dolarización y desdolarización

Edgar Romero Nava: Dolarización y desdolarización

Nuestro pai?s mantuvo una estabilidad cambiaria por muchi?simas de?cadas. La tasa de cambio se mantuvo muy estable desde la de?cada de los 30s con nuestra incursio?n mundial como exportador de petro?leo. Se mantuvo en 3.33 boli?vares por do?lar, sin tener deuda externa y en la de?cada de los 50s ? teni?a su divisa el Boli?var como una de las ma?s fuertes y apreciadas del mundo junto con el do?lar de USA y el Franco Suizo. Era el u?nico pai?s latinoamericano, que se perfilaba que llegari?a a pertenecer al llamado primer mundo de pai?ses desarrollados.

La estabilidad econo?mica de una nacio?n, como la de una familia, se basa en gastar menos de lo que recibe y ahorrar los excedentes monetarios y convertirlos en reservas para e?pocas difi?ciles. En nuestro caso la primera evaluacio?n y control de cambio tiene lugar en el Gobierno de Ro?mulo Betancourt en 1960, con el ilustre Dr. Andre?s German Otero como ministro de Hacienda. La administracio?n de ese control fue impecable y muy corta. El cambio paso de Bs 3.35 a Bs 4.50 por do?lar. Hubo el reconocimiento de la deuda pu?blica y privada y se hizo la asignacio?n de recursos a la industria para adquisicio?n materias primas y equipos.

Luego en la 1a presidencia del Dr. Rafael Caldera de 1969 a 1974, se revaluo? el boli?var de 4.50 a 4.30 por do?lar.

En el resto de la de?cada de los 70 ?s, se continuo? con la libertad cambiaria, pero anclada a 4.30 Bs/$. Con el descalabro de los precios del petro?leo en 1982, cuando Arabia Saudita decide inundar el mercado y tomar el liderazgo en la OPEP, se hace evidente la crisis de ingresos y la sobrevaluacio?n del Bs. Era necesario un ajuste y reduccio?n de los gastos. Sin embargo, el Gobierno Nacional se resiste a renegociar su deuda y cortar los gastos desenfrenados. Los primeros si?ntomas de la gravedad de la situacio?n se evidencian con la decisio?n de repatriar los recursos de inversio?n de sus programas de trabajo de PDVSA en el exterior y depositarlos en las cuentas del Banco Central, terminando alli? la autonomi?a financiera de PDVSA. Lo cual fue un golpe mortal para el desempen?o de esa Corporacio?n y su blindaje del mundo poli?tico.

De alli? en adelante se sucede la crisis del BTVs y al Viernes Negro del 18 de febrero de 1983. Fecha que ha sido utilizada como un marcador poli?tico _ sumada luego a otras fechas emblema?ticas del mismo mes en 1989 (Caracazo) y el 4 de febrero de 1992 (golpe de los Comacates) como marcador poli?tico de una Venezuela Saudita de ultra bonanza, derroche y esplendor que ya ma?s nunca va a regresar. La cai?da del ingreso per ca?pita se acelera y con ello la conflictividad poli?tica y social de una Nacio?n que se niega a seguir empobreciendo. En 1996 se negocia un plan de ajustes econo?micos con el FMI. Se acuerdan correctivos al taman?o excesivo, burocra?tico y clientelista del Estado, se inician planes para disminuir el taman?o del Estado, se venden empresas pu?blicas y se reducen los gastos del gobierno central y regional.

Viene el nuevo siglo y con e?l un cambio en el signo poli?tico del nuevo Gobierno. Se anuncia una agenda socialista y se le llama del Nuevo Socialismo del Siglo 21. Se revierte la autonomi?a de PDVSA y todas las empresas que habi?an sido privatizadas en acero, electricidad, mineri?a, etc. Viene un nuevo boom petrolero en 2004, a rai?z de la invasio?n de USA a Irak, pero se queda hasta 2014. El ma?s largo y en aumento de ingresos de toda la historia de Venezuela y el mundo. A Venezuela le representa un ingreso superior a todo el ingreso petrolero que habi?a devengado en todos los 90 an?os anteriores desde su exitoso pozo Zumaque # 1 en 1914.

Termina este largo boom y se inicia la mayor crisis de ingresos e institucional de toda la historia del pai?s. Solo a fines del pasado 2021 es cuando se abate una de las hiperinflaciones ma?s grandes y largas del mundo con una destruccio?n de la economi?a considerada como la mayor de un pai?s sin un estado de guerra formal. Como comparacio?n en Venezuela fue de 80% de su PIB y en Alemania, en la 2a guerra au?n como pai?s perdedor y devastado, fue del 45% de su PIB. Se suceden tres cambios de denominacio?n de la moneda nacional, representando una cai?da de valor de la divisa vs el do?lar de USA de 1 a 10 exponente 14. O sea cuando un boli?var de 2021 no llegaba a comprar ni la 100 trillone?sima parte de lo que lo haci?a un boli?var en 1998.

Finalmente, el Gobierno da un giro de 180 grados y decide eliminar todos los controles de la economi?a y deja libertad de circulacio?n como medio de pago al do?lar de USA y al euro, facilita la importacio?n y elimina los controles de precios. La hiperinflacio?n termina y la economi?a da sen?ales de recuperacio?n que algunos establecen que crecio? 10% el pasado an?o. Es decir, nada novedoso para lo que se habi?a ya experimentado en otros pai?ses con esas mismas medidas, pero que en Venezuela obstinadamente el Gobierno se negaba a aplicar por an?os y an?os.

Pasados los primeros meses de este nuevo 2022, se observa, con preocupacio?n que ahora, que comienza un respiro econo?mico, se propongan medidas fiscales con nuevos impuestos y regulaciones que van a impactar el manejo cambiario y la direccio?n de recuperacio?n de la economi?a. Sabemos que el Gobierno habi?a considerado una recuperacio?n del ingreso petrolero y este a pesar del incremento de los precios por la guerra Rusia y Ucrania no se ha dado. Pero obvio que aqui?, como sucedi?a con la poli?tica cambiaria, hay unas barreras en el manejo del sector que hacen urgentes se apliquen y den paso a una industria ma?s eficiente que implica el retiro asfixiante del gobierno en varias de sus formas.

Ex Presidente de Organizaciones Empresariales Consecomercio, Fedecamaras y la Ca?mara petrolera

@eromeronava

Exit mobile version