El Tribunal de Lefórtovo de Moscú comenzó hoy un nuevo juicio, esta vez por presunto fraude, contra el líder opositor ruso Alexéi Navalny, que se celebra en la prisión de la región Vladímir, a unos 100 kilómetros al este de la capital rusa, donde el político cumple una pena de dos años y medio de cárcel.
En la sala está presente Yulia Naválnaya, la esposa del político opositor, que en caso ser declarado culpable podría ser condenado a otros diez años de prisión.
Varios periodistas no pudieron ingresar en el penal para cubrir la vista judicial y policía les pidió que se retiraran de las proximidades del recinto.
“Alexéi Navalny fue detenido por cargos motivados políticamente y, en primer lugar nunca debió ser encarcelado. Ahora, con este nuevo juicio que se inicia, es obvio que las autoridades rusas intentan asegurarse de que Navalny no salga pronto de prisión”, denunció Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa del este y Asia Central.
El 29 de diciembre de 2020 el Comité de Instrucción de Rusia incoó un caso penal por fraude (artículo 159 del código penal) contra Navalny, que se habría apropiado de casi 4 millones de euros recaudados por varias organizaciones no gubernamentales.
Los instructores remitieron el caso al tribunal el pasado 2 de febrero, justo cuando se cumplía un año de la condena de Navalny por un antiguo caso de estafa y lavado de dinero.
Con el fin de financiar varias organizaciones, entre las que figuraría el proscrito Fondo de Lucha contra la Corrupción fundado por el propio opositor, se recaudaron 588 millones de rublos (6,5 millones de euros).
Según la investigación, Navalny, que ejercía prácticamente de jefe de todas esas organizaciones, gastó de ese monto un total de 356 millones de rublos (casi 4 millones de euros) “con fines personales”, incluido el pago de viajes al extranjero.
Al caso de fraude se la ha sumado otro cargo, el de desacato a la juez que dictaminó la culpabilidad del opositor por insultar a un veterano de guerra.
Envenenado en agosto de 2020 con un arma química de fabricación rusa (Novichok), Navalny, que acusa del intento de asesinato a los servicios secretos rusos, regresó en enero de 2021 a su país tras varios meses de convalecencia en Alemania.
En un plazo de dos semanas fue detenido, encarcelado y condenado a dos años y medio de cárcel, y desde entonces Occidente demanda insistentemente su liberación.
Al cumplir un año desde su encarcelamiento, Navalny admitió en un blog que no sabe cuándo concluirá lo que él llama “viaje espacial”, aunque otros opositores consideran que permanecerá en la cárcel mientras Putin siga en el Kremlin.
Las autoridades rusas incluyeron a finales de enero a Navalny y a varios de sus socios en una lista de personas implicadas en actividades “terroristas y extremista”.
EFE
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