El calvario de colombiana raptada en México por exconvicto estadounidense

El calvario de colombiana raptada en México por exconvicto estadounidense

Lina Cruz sufre desde hace 5 años de un trastorno bipolar y utiliza medicación. FOTO: Archivo familiar

 

Lina María Cruz Giraldo es una colombiana que lleva ocho años viviendo en México y ya tiene su residencia. Han sido años de trabajo duro y de salir adelante pese a las adversidades, pues hace cinco años le detectaron un trastorno bipolar.

Por eltiempo.com





Lina mantenía contacto muy frecuente con su familia en Armenia, Quindío, pero esa comunicación se ha visto perturbada desde el 28 de noviembre de 2020, cuando se involucró con Jason Monroe Smith, quien estuvo condenado en Arizona, Estados Unidos, por secuestro y tortura.

Ahora Lina está desaparecida. Su hermana gemela, Paula Cruz, y el resto de sus familiares en el Eje Cafetero denuncian que la tienen secuestrada. Ellos están tratando de denunciar el caso a nivel internacional para que les ayuden a recuperarla.

“Ella empezó a llamar a su exnovio del colegio para enviarle todo lo de su icloud, su cuenta, y a otro chico para que le hiciéramos un disco duro de un momento a otro, aproximadamente el 20 de noviembre de 2020. Nos escribió a decirnos que se iba a mudar de su apartamento a uno en Ciudad de México. Nos envió fotos del apartaestudio, pero no nos dio direcciones, solo dijo que quedaba en la Condesa”, explica Paula Cruz.

Inesperadamente, al día siguiente Lina no les respondió a sus familiares cuando la llamaron y le escribieron. Fue hasta dos días después que los contactó y les dijo que estaba en la ciudad de Monterrey. “Nos dijo que viajó por tierra y no podía decirnos con quién estaba en esa zona, pero que la habían dejado encerrada en el apartamento y no podía salir porque no le dejaron llaves, que si le podíamos pedir comida a través de internet para que le llegara”, relata la hermana.

Para el 28 de noviembre de 2020, Lina dejó de tener celular propio, según denuncia su hermana, y se empezó a comunicar con el celular de Jason Monroe Smith, y le contó a Paula que ahora le tenían horas exactas en el día para poder conectarse con ellos y hablar.

“Nos enviaba cosas muy raras, como: ‘Estoy haciendo arte pintando el árbol de la vida al revés’. También me envió una carta de un libro como japonés donde había un hombre mayor con una niña, tipo la mafia yakuza”, dice Paula.

Debido a esto, la hermana de Lina empezó a pensar que ella estaba pasando por algo extraño. Para empeorar la situación, un día Lina llamó desde el aeropuerto de Hermosillo a decir que le consiguieran un vuelo a Ciudad de México. Su familia se lo compró, pero seguían muy confundidos porque ella se seguía comunicando desde teléfonos que no eran suyos.

Lina llegó a Ciudad de México, a donde su hermana -desde Colombia– había enviado a una persona para recogerla y poder verla, pero Lina volvió a llamar del teléfono de Monroe Smith. Dijo que necesitaba urgente un teléfono, que no podía estar en la capital mexicana y tenía que volver rápido a Colombia, pero que ya no tenía el pasaporte.

“Enviamos a una amiga para que la ayudara. Ellas se lograron encontrar, pero en cuestión de horas ella viajó en bus al estado de Durango, donde Lina nunca había estado. Mi amiga nos cuenta que se tomaron un café y el hombre que la acompañaba (Monroe Smith) se veía muy extraño y que mi hermana dijo que se tenía que ir, y que no hiciera nada, por favor, que no le dijera a nadie”, narra Paula.

Monroe se llevó a Lina, quien lucía muy angustiada. Desde ese momento la familia Cruz empezó a vivir los peores momentos.

Lina comenzó a enviar fotos a su familia de los golpes que, según ella, Monroe le propina y les dijo que no sabía dónde estaba y que no podía escribir mucho. Cada vez que Lina escribía era para contarles algo malo que le había pasado con este hombre, según denuncia su hermana.

‘Si no vuelvo a escribir, si no vuelvo a aparecer, no me busques…’

Finalmente, en enero de 2021, Lina perdió total comunicación por al menos un mes con su familia. Luego, escribió una sola vez en febrero y volvió a pasar otro mes sin dar señales de vida. Cuando se logró comunicar, informó que Jason Monroe la seguía golpeando y que su situación era muy delicada, antes de dejar de comunicarse durante un mes más.

“En abril, finalmente me habló y dijo: ‘Paula, si no vuelvo a escribir, si no vuelvo a aparecer, no me busques. No hagas nada. Es muy peligroso. Dile a la ‘mona’ que duerma con ese cisne de peluche que le regale’. Esa fue la última vez que hablé con mi hermana gemela y fue por un mensaje de texto”, cuenta Paula, muy compungida.

Pasaron meses sin que los Cruz en Colombia supieran algo de Lina. Llegó septiembre y la preocupación desbordaba a esta familia quindiana, al punto que Claudia Cruz, otra de las hermanas de Lina, acudió a donde una ‘medium’ para que le ayudara a entender lo que estaba viviendo su hermana.

“Lo más raro fue cuando desde el teléfono de Monroe Smith ella nos escribió que quería que una de nosotras (Claudia o Paula) fuera a verla, que él pagaría el tiquete. Nos dio una dirección en la zona de Playa del Carmen, a la cual envié a la Cancillería, Embajada y la Asociación de Mujeres de Solidaridad, pero no los encontraron”, explica la hermana.

Desde ese momento, Paula y su familia reportaron como desaparecida a Lina y trataron de comunicarse con Monroe Smith para pedirle pruebas de supervivencia de su hermana.

“Acudimos a la Fiscalía en Medellín y en Armenia, pero me dijeron que no podía poner un denuncio con ellos porque era un tema internacional, que debía hacerse en México, pero ninguna nos atrevemos a viajar, porque podría ser muy peligroso”, dice Paula.

Además, lo peor fue cuando Jason Monroe Smith envió la prueba de supervivencia: una foto en la que se ve a Lina con la cabeza y las cejas rapadas.

La cabellera rubia de Lina se había ido y su rostro se veía muy demacrado.

“Para mí eso fue algo terrible. No pude hacer más. En ese momento no tenía un nombre de este señor, no tenía un retrato hablado y era muy difícil así. Sin embargo, milagrosamente, el 24 de diciembre lo llamé desde el teléfono de mi hija, tipo 9 de la noche, por una corazonada o un instinto, porque mi hermana ama la Navidad, y ahí fue que este señor me contestó la videollamada y por fin pude verla la cara”, relata.

Esos segundos de videollamada fueron de los más difíciles que vivió Paula en su vida, pues mientras ella -en medio de lágrimas- le preguntaba a Monroe por su hermana, el presunto secuestrador solo se reía de ella.

Monroe, en medio de sus risas, volteaba la cámara hacia donde estaba Lina y ella se asomaba pero no les hablaba, solo se acercó una vez a la cámara y le gritó a Paula: “Don’t call me Richard”. Lina estaría muy descompensada física y mentalmente, pues no estaría tomando su medicación para el trastorno bipolar.

Un intento fallido de rescate

Tras esto, Paula habló con Monroe Smith y le dijo que iba a viajar hasta allá, como él quería, pues le decía que era muy parecida a Lina.

“Gracias a esas conversaciones obtuve la dirección del lugar donde estaba ese hombre con mi hermana. Envié personas a esta dirección en Playa del Carmen y una de ellas me averiguó el teléfono hasta de la administradora del lugar. Con ella nos enteramos de cuánto tiempo llevaban allí y de quién era este hombre”, manifiesta Paula.

Algunas autoridades fueron hasta allá, pero no pudieron entrar a verificar qué pasaba porque -desafortunadamente- no estaban interpuestas todavía las denuncias respectivas ante la Fiscalía en México, los únicos reportes radicados hasta ese entonces habían sido en Cancillería. Entonces, no pudieron hacer nada para sacar a Lina de esa situación.

Tras este suceso, como ya había sucedido antes, Monroe se llevó a Lina de Playa del Carmen en noviembre de 2021, y hasta el día de hoy no se sabe nada de ella, pues ahora sí el presunto secuestrador bloqueó a los Cruz.

Fue entonces cuando Paula y Claudia empezaron a buscar información de Jason Monroe Smith, pues lo que sabían era poco. Pero lo peor estaba por venir.

Buscando en internet hallaron fotos de Jason Monroe Smith y se enteraron que era un exconvicto involucrado en casos de secuestro y tortura. Además, Monroe Smith, de 51 años, según informaron medios estadounidenses, fue arrestado por secuestrar y torturar a una mujer en Scottsdale, Arizona, a quien conoció por una app de citas.

Lina estaba con un criminal y -lamentablemente- su familia no pudo enterarse a tiempo, ni siquiera saben cómo este hombre resultó con ella y terminó por aprovecharse de su trastorno mental y su soledad.

“Él estuvo preso, pero salió en libertad bajo fianza y tiene una tobillera en la pierna. Este señor es un criminal que sabiendo la enfermedad de mi hermana ya la hubiera llevado a un hospital, no tenerla como si fuera de su propiedad o su pareja, porque no es así, mi hermana no está consciente de las cosas”, concluye Paula.

No han encontrado respuestas por parte de las autoridades

Paula decidió alertar a través de internet la preocupante situación que vive su hermana Lina.

“Ayer decidí hacer alerta en internet, ya que el Consulado me responde radicados y me llaman pero no me dan respuestas. Ya les he enviado más de 30 correos. Me dicen que tengo que poner un denuncio, pero acá la Fiscalía no me lo recibe por ser un tema internacional. Además, no puedo viajar a México sin saber a qué me enfrento, ya que este tipo está obsesionado conmigo por ser gemela de Lina”, explicó Paula.

La mujer, en nombre de su familia, clama por ayuda de las fiscalías de Colombia y de México para que la ayuden a encontrar a su hermana lo más pronto posible, ya que es vital brindarle el apoyo médico y familiar que ella necesita.