Ángel Lombardi: El desafío educativo

Ángel Lombardi: El desafío educativo

La educación y sus posibilidades. Aprender a aprender. Somos seres “educables” por naturaleza y necesidad. Durante toda nuestra vida es necesario “estar aprendiendo” porque somos seres en “el hacer-siendo”. La necesidad del cambio y la necesidad de cambiar en esta llamada post-modernidad se ha convertido en un imperativo que impone la tecno-ciencia y la acelerada globalización que incluye la emergencia y desafíos de la pandemia que irrumpió en nuestras vidas y obligó a un cambio abrupto de hábitos, usos y costumbres.

La educación moderna exigida por la “ilustración” obliga a una educación de todos en todo. En primer lugar, en ciudadanía, hábitos de convivencia y respeto y consciencia plena de nuestras obligaciones y derechos en ese orden, porque la libertad predicada y practicada es y debe ser una libertad desde la responsabilidad individual y colectiva.

Una ética de carácter global y universal es obligarte en cuanto que la tierra se nos “achica” y la humanidad crece en número y expectativas de vida y bienestar. Ello nos obliga a desarrollar modelos de crecimiento económico menos depredadores y más conservacionistas. Modelos sociales menos desiguales e injustos y sistemas políticos más democráticos y con respeto absoluto a los Derechos Humanos.

Una educación de contenidos vacíos y obsoletos no nos sirve. Una educación para el conformismo y el cambio para no cambiar tampoco sirve. Ni la del “titulado” ajeno a la innovación y emprendimiento.

Tampoco sirve una educación individualista, centrada en el éxito personal y pragmático del tener y el poder. Educar para el trabajo y la vida conserva apenas la validez de lo general-declarativo. ¿Está preparada la familia, la sociedad y el estado para la exigente “nueva-educación-permanente” que los tiempos exigen?

En América Latina y en Venezuela creo las respuestas han sido insuficientes, o simplemente no hay respuestas. Nuestra educación en general me luce adocenada, repetitiva y anticuada.
De hecho, en Venezuela no hay un proyecto educativo sino un proyecto ideológico-político de control y dominación.

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