La crisis sanitaria y hospitalaria en Venezuela se ha convertido en la situación más preocupante para los familiares y pacientes de distintas patologías en el país.
Por LaPatilla.com
La deplorable condición de los recintos sanitarios, la inexistencia de insumos o medicamentos y el poco personal médico para atender a los pacientes son solo unos de los factores que aquejan a la población; pero a estos inconvenientes también se les suma que hay máquinas en los hospitales que no funcionan para prestar el servicio de salud necesario para la salud de las personas que de ellos dependen.
Tal ocurre en el Hospital Universitario de los Andes: Las plantas de ósmosis no se encuentran operativas y por lo tanto, no se permite el óptimo funcionamiento de máquinas de diálisis, dejando correr grave peligro a quienes necesitan de este proceso.
Esta denuncia la realizaron los pacientes, familiares y usuarios del hospital a través de una carta dirigida al Gobernador de Mérida, Ramón Guevara.
En la carta denuncian que de las siete máquinas de diálisis que existen dentro del recinto sanitario, solo cuatro se encuentran operativas.
#22Sep | #Mérida Pacientes de Hemodiálisis del #Iahula y sus familiares dirigen carta al Gob. @RamonGuevaraMRD y Dr. Rubén Gallo @Corposalud_Mrd comunicando la actual situación que atraviesan los pacientes de diálisis del #Iahula.
La planta de osmosis está dañada. @ReporteYa pic.twitter.com/jFfyMB8Yfp
— Jesús Quintero Quiroz (@jquinteronews) September 22, 2021
Los denunciantes también hacen del conocimiento del gobernador que la planta de ósmosis un elemento fundamental para filtrar el agua que reciben las demás máquinas y sin ellas en funcionamiento trae como consecuencia posibles infecciones, deteriorando progresivamente el estado de salud de los pacientes renales.
En la misiva hicieron un llamado al gobernador a que se avoque a solucionar la problemática, pues el pasado viernes 17 de septiembre, 3 pacientes de la misma unidad de hemodiálisis del lugar fallecieron a causa de la terrible situación que atraviesan en el hospital.
Con la frase “¿Cuántos más tienen que morir para ser escuchados?” culminaron la carta.