Corría y sonreía con picardía mientras jugaba con sus hermanos. Todo cambió cuando se atreve a comerse un mamón y ese niño de 4 años se desespera, porque la semilla se le quedó atravesada. Los otros niños corren y le avisan a la abuela, pero lamentablemente el niño murió en el trayecto hacia el hospital Pastor Oropeza de Carora.
Fueron momentos de pánico que vivió La familia Salas ayer, aproximadamente a las 10:30 de la mañana. Los menores disfrutaban de sus travesuras en su casa, ubicada en Lídice con calle 19. Su abuela los cuidaba, mientras el papá descansaba en el cuarto.
Los intentos de primeros auxilios de un vecino enfermero no fueron en vano mientras el padre encendía el carro y que terminó llevándolo en moto, siendo demasiado tarde porque su hijo no resistió la asfixia. Cuando ingresó al centro médico llegó sin signos vitales, los primeros auxilios no fueron suficientes para mantenerlo con vida mientras lo atendía un especialista.