Victor Jiménez Ures: De esperanza en esperanza

Victor Jiménez Ures: De esperanza en esperanza

¿Cómo hacen los presos políticos para no enloquecer de desesperación ante la perspectiva de condenas que duran años, si acaso décadas? La respuesta que muchos han dado, en retrospectiva, es que siempre estuvieron seguros de salir antes de tiempo. Primero con una apelación, después en la alzada. Amparos constitucionales y nulidades de por medio. Más adelante, campañas para mantener vivas las posibilidades de un indulto presidencial… frecuentemente otorgados una vez al año… y nunca descartando un posible escape, así muchos vadearon la locura: de esperanza en esperanza.

Pues bien, ¿Cómo hicimos los venezolanos para aguantar 20 años? Sobre todo ¿Cómo hemos aguantado desde el 2014 hasta hoy? Y la respuesta, con sus obvias variaciones, es básicamente la misma: vamos de esperanza en esperanza, de hito en hito, ilusionados por narrativas irreales, autoridades ficticias e intenciones marchitas desde su génesis… hoy, posiblemente, muchos no han concientizado que Nicolás Maduro concluirá su periodo constitucional y terminaremos yendo a elecciones presidenciales en el año 2024.

Hace más de 3 años sostuve esta misma conversación con una entrañable amiga, y ya en ese entonces se lo dije: “Nos están manteniendo de esperanza en esperanza, y mientras, la vida se nos está pasando.”





Pero… ¿Quiénes son los guionistas de tan cruel obra? La clase política desde luego, pero sería miope, y en extremo simplón, acusar solamente al chavismo… la cosa es más escabrosa y compleja, y es que, entre unos y otros actores de las cúpulas políticas venezolanas, surgió una relación simbionte de conveniencia, quizá pactada, o tal vez implícita… y de ese contubernio las víctimas son los ciudadanos de a pie, y también los activistas políticos bien intencionados (que los hay, y muchos).

Pues sí amigo lector, la mayoría de los miembros de los partidos políticos opositores en Venezuela son gente de bien, que sufre el día a día del resto de sus conciudadanos y que están asqueados de la situación actual, pero… (que vaina con los “peros”) sí existe un grupito inmune a las noches insomnes de angustia ante la incertidumbre del “no saber”, una cúpula ajena a la certeza de un futuro incierto, y que, dicho sea de paso, desconoce el desespero de quienes solo quieren llenarle el estómago a sus familias el mes entrante. Son esos que hablaron de salidas milagrosas, de pactos estériles y de alianzas emponzoñadas… que acusaron de alacranes a quienes se candidatean, y ahora hacen lo propio para intentar mantenerse en la palestra. Esos, los que nunca han tenido un trabajo conocido, pero que llevan vida de ricos. Ellos… los que se van del país dejando a los pobres “en tierra” para luego, cuando ha pasado el peligro, volver gloriosamente a candidatearse y a recoger los frutos de una tierra que no labraron. Ellos, los proveedores de esperanzas fatuas, de enfermedades repentinas y sanaciones milagrosas, son los que nos tienen jodidos.

Claro, no todo en las bases de los partidos políticos es amor patrio y furibundo ardor ideológico, excepciones las hay ¿cómo no? sin duda que las hay. Muchachos jóvenes de inusitado y sorpresivo ascenso económico, que se mudan de un extremo a otro de la ciudad que habitan, amparados en riquezas espontáneas surgidas de la nada… que alcanzan buenos cargos jalando bolas y que agarran cuanta beca y oportunidad de estudio debería aprovecharse entre los más jóvenes. Chamos aferrados al status quo para obtener pingües beneficios y regalías… Claro que los hay, pero ellos, por fortuna, no son la mayoría.

Si eres de los buenos, y llegaste hasta aquí, permíteme decirte: Que el aparente triunfo del mal no te desanime. Pero eso sí, no permitas que te sigan dibujando burbujas de esperanzas etéreas que explotan al chocar con realidades empíricas. No te amilanes cuando te acusen… sacúdete el disfraz de peón. Sigue tus convicciones, sea cual sea la trinchera de lucha que hayas elegido, y refúgiate en tus creencias, en tus amigos, y en las cosas buenas que tengas a disposición, que siempre las hay.

La vida es una sola, no la malgastes siguiendo las ambiciones de otros… preocúpate por tu bienestar y el de los tuyos, pues si no lo haces, nadie más lo hará por ti. Ten tus proyectos, construye tus sueños y sé fiel a tus ideas. Y cuando encuentres gente que te inspire, que comparta tu visión, y que tenga tus mismas metas… entonces: Ahí es. Habrás encontrado compañeros con quien luchar, líderes a los cuales seguir, amigos con quienes compartir.

Son tiempos difíciles, pero también muy interesantes.

¡Dios bendiga a Venezuela!

@VJimenezUres