Unicef alertó este martes que unos 540.000 niños y niñas de Haití fueron afectados por el terremoto de magnitud 7,2 del sábado pasado, que dejó 1.419 muertos y miles de damnificados, y solicitó 15 millones de dólares en fondos para ayudarlos.
“En este momento, alrededor de medio millón de niños y niñas haitianos tienen acceso limitado o nulo a refugio, agua potable, atención médica y nutrición”, dijo el representante de Unicef en Haití, Bruno Maes, quien se encuentra actualmente en Les Cayes, la zona más afectada.
El ente de la ONU estimó que alrededor de 1,2 millones de personas, incluidos 540.000 menores, “están siendo impactadas” ahora por la depresión tropical Grace, que dificulta el acceso al agua, refugio y otros servicios básicos.
“Anoche pude ver y sentir fuertes vientos y lluvias en las mismas áreas que ya fueron afectadas por el terremoto. Innumerables familias haitianas que lo han perdido todo debido al terremoto ahora viven literalmente con los pies bajo el agua debido a las inundaciones”, declaró Maes.
Unicef, que está trabajando con el Gobierno y sus socios para evaluar las necesidades de los menores, calculó que necesitará unos 15 millones de dólares “para responder a las necesidades más urgentes de al menos 385.000 personas, incluidos 167.000 niños y niñas menores de cinco años, durante un período de ocho semanas”.
Una petición de fondos que aún debe ser revisada y ajustada “en las próximas semanas a medida que se aclare el impacto en los niños, niñas y las familias”.
La agencia de la ONU dedicada a la infancia está trabajando en la zona y ya suministró 6 cargamentos médicos a 3 hospitales en Les Cayes para tratar a 30.000 víctimas del terremoto durante 3 meses, incluidos guantes, analgésicos, antibióticos y jeringas.
También están distribuyendo lonas para albergues de emergencia, letrinas y duchas; depósitos de agua para la distribución de agua potable y segura; y kits de higiene que incluyen pastillas para el tratamiento del agua, jabón, material de higiene menstrual y bidones.
El terremoto, que dejó 1.419 fallecidos y 6.900 heridos, ya forma parte de los 10 sismos más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica. Ha provocado cuantiosos daños materiales, sobre todo en el suroeste del país, que en enero de 2010 fue asolado por otro sismo que dejó unos 300.000 muertos y 1,5 millones de damnificados.
EFE