Donald Trump ¿inocente o culplable? por Antonio Sánchez García @sangarccs

Donald Trump ¿inocente o culplable? por Antonio Sánchez García @sangarccs

Me pide el semanario alemán Die Zeit, al que estoy suscrito, que le responda tres sencilla preguntas, que se resumen en una sola gran interrogante: ¿es el presidente en ejercicio y derrotado aspirante a la reelección Donald Trump culpable o inocente y si debe ser llevado ante la justicia por los graves disturbios y desmanes protagonizados en Washington por sus seguidores, venidos de todo el país a instancias suyas para impedir la elección por la cámara de Joe Biden como nuevo presidente de la República y que llegaran al colmo de saldarse con cuatro muertes e innumerables heridos.

Dada la atmósfera anti Trump difundida y divulgada por la inmensa mayoría de los medios de opinión del mundo, todos ellos devotos del progresismo, entre ellos el semanario Die Zeit, desde que se iniciara la campaña electoral, la pregunta es tramposa y asoma un juicio previo: Trump es el malo de la película, el bandido que ha asaltado al inocente pueblo norteamericano, entregándoselo a sus pandillas de forajidos para que siembren el terror e impongan sus puntos de vista. Cumple con todos los requisitos tan caros a los westerns, como de un guion de Fred Zinemann: es rubio y blanco lechoso, rozagante y de ojos azules, elegantemente vestido y peinado como al desgaire, casado con una belleza, evidentemente el multimillonario de la comarca, el más poderoso de los granjeros del condado, el dueño del Saloon, del banco y del principal y más fastuoso de sus hoteles y son tantas las cabezas de su ganadería, que ya sobrepasaron la capacidad de forraje de las inmensas extensiones de sus pastizales.

¿Cómo mantenerse al margen de las incidencias del partido y jugar al observador ecuánime, si implícita a la pregunta ya viene empaquetada la respuesta?





Desde luego, Die Zeit, que leo religiosamente con el Spiegel desde hace sesenta años, espera que si respondo, caso en el cual me premia con una suscripción gratuita, mi opinión sea acusatoria: Sí, Trump debe responder por los cargos que se le endilgan. Y contribuya con mi opinión a la acusación, convertido en jurado, respaldando el pedido de destituirlo, como algunos demócratas ya se lo solicitan a Mike Pence. Sólo falta que aparezca el vengador y enlace su cuerda al árbol que está frente a la oficina del sheriff, para que la horda la jale. Fin de la historia. The End. Toda semejanza con personajes y hechos reales es pura coincidencia.

En un mundo embriagado de imágenes, el caso del magnate Donald Trump pertenece a Hollywood más que al Capitolio. Y a los Hermanos Warner más que al fiscal general de la Nación. Ya ha perdido toda racionalidad y arriesga verse arrastrado por una dinámica de sucesos indeseables. Así Ud. se niegue a creerlo, así comienzan las grandes deflagraciones. Un clima de agresividad general que se propaga por todos los confines hasta que basta una chispa, un pistoletazo y una cachetada para que se desaten los demonios.

La pandemia es el clima general que no dudo en atribuir a los chinos, los verdaderos malos de la película. Alguna vez, comiendo en un restorán chino, el mozo, indignado porque malinterpretó mis palabras creyendo que me burlaba de su miserable español, me espetó furioso: “¡chino venil y matal tóo, chino matal tóo!”. Desde entonces he esperado pacientemente asistir al apocalipsis generado por el imperio amarillo. ¿Sabrán demócratas y progresistas la complicidad que les ofrecen en bandeja de plata a sus principales enemigos?