La Venezuela de la furia, por Gustavo Tovar-Arroyo @tovarr

La Venezuela de la furia, por Gustavo Tovar-Arroyo @tovarr

“Un hombre alado, extraña la tierra.”

Soda Stereo (En la ciudad de la furia)

 

Me verás volar

Yo, como cualquier venezolano decente, es decir, no chavista, sueño, anhelo, ansío nuestra libertad, sí, esa libertad que tanto nos esquiva y se nos niega. Idealizo con volver a Caracas, la ciudad de la furia, donde ya nadie sabe de mí, aunque mi espíritu siga siendo parte de un todo y de todos, donde nada cambiará si cada uno de nosotros no hacemos que cambie. Ya no hay fábulas, nuestra frustración y dolor no admite avisos, en las caras venezolanas se ve el temor que la ruina chavista nos ha impuesto.

Hemos caído, somos aves de presa de la maldad socialista.

Te desnudaré

Somos mendigos de esperanza en las terrazas desiertas del futuro. No hay futuro, hemos caído en las oscuras e intemporales garras de una tiranía, no vemos, somos ciegos de horizonte, nuestros ojos son cuencas perforadas por la incredulidad y el pánico. ¿Quién imaginó semejante debacle? No nos queda sino estirar nuestras manos limosneando migajas de aire, que se escurren. Estamos asfixiados en las calles azules del desamparo.

Nuestra caída moral nos desnuda, andamos en pelota frente a la historia.

Entre sus piernas

El chavismo nos despojó, los venezolanos somos los harapientos de América Latina, los mendigos del siglo XXI. Mendigamos comida, mendigamos medicina, mendigamos luz, mendigamos agua, mendigamos justicia, mendigamos libertad, mendigamos guerra, mendigamos. La larga noche socialista nos ha dejado sin visión, extraviados en la negrura despótica que nos ha impuesto la narcotiranía, caímos como aves de presa, nos quedamos sin refugio.

Dormimos entre las piernas del verdugo.

La Venezuela de la furia  

Antes que nuestros hijos despierten es mejor que sepamos ocultarnos bien y desaparecer entre la niebla de la vergüenza. ¿Cómo habremos de justificar ante las generaciones que vienen nuestro fracaso? ¿Cómo habremos de explicar nuestra torpeza e ineptitud para volar el sueño libertario de nuestros libertadores? ¿Cómo razonar, qué lógica ofrecer, cuál argumento empuñar para enmendar el bochorno que significa que el comunismo cubano nos doblegó?

¿Cómo disculpar que la Venezuela de la furia fue vencida?  

Se derriten mis alas

Me verás caer como ave de presa porque has caído a mi lado, sí, hemos caído juntos, como venezolanos fuimos hombres alados arrojados sin piedad ni compasión a la tierra. No fue la luz del sol la que derritió nuestras alas, no somos Ícaro, somos mucho menos que eso, la oscuridad de nuestra falta de coraje nos hizo presa fácil en el país que un día fue el de la furia. Ya nada nos une a lo que fuimos por nuestra bravura. Caímos como una flecha salvaje, nuestro vuelo fue fugaz.

Venezuela está tan susceptible.

Un hombre alado

En las caras atónitas de los venezolanos persiste el destino de la furia, recuperarlo, sería lo único que nos permitiría la libertad. Hay que hacerlo antes de que todos despierten, no sigamos durmiendo entre las piernas del verdugo, no nos ocultemos ni desaparezcamos entre la niebla. Seamos los hombres alados de la guerra que liberan a la nación de Bolívar. No habrá sol que derrita nuestras alas, ni oscuridad cubana que nos someta. 

Seamos Venezuela: la flecha salvaje que se clava en el maldito corazón del chavismo. Y lo mata…

 

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