Los cambios climáticos severos, particularmente en toda Europa, han sido una pesadilla para los agricultores cuyos cultivos están sufriendo y que están perdiendo millones de euros debido a ello. Pero para los arqueólogos, estos cambios severos a veces les ayudan a obtener acceso a reliquias que antes estaban fuera de su alcance.
Por All thats interesting
Traducción libre por lapatilla.com
Tome el Dolmen de Guadalperal, de 7.000 años de antigüedad, un monumento megalítico formado por 144 piedras en pie, algunas de hasta seis pies de altura, dispuestas en un espacio circular abierto. Ubicado en la provincia de Cáceres, este monumento previamente subacuático ahora ha sido completamente expuesto después de la dura sequía que ha azotado la zona.
A menudo conocido como el “Stonehenge español” gracias a ciertas similitudes con el original en Inglaterra, esta estructura ha aparecido por primera vez en 50 años.
“Había visto partes de él asomándose desde el agua antes, pero esta es la primera vez que lo veo en su totalidad”, dijo Angel Castaño, presidente de la asociación cultural local.
Ahora que el Dolmen de Guadalperal ha resurgido, Castaño y su organización esperan que el monumento se traslade permanentemente a un lugar más alto y seco para que la estructura no sufra más daños en su superficie ya erosionada.