Pasó de ser una de las partidarias más leales al fallecido Hugo Chávez a uno de los rostros disidentes más incómodos para su sucesor en Miraflores. Luisa Ortega Díaz, que huyó de Venezuela el 18 de agosto pasado, se ha dedicado a recorrer distintos países para denunciar los excesos de la administración de Nicolás Maduro y casos de corrupción en los que asegura están involucrados varios funcionarios del Ejecutivo.
En ese marco, Ortega Díaz, considerada una “traidora” por el chavismo, visitará en esta ocasión Chile, donde tiene agendada una serie de reuniones con las más importantes autoridades locales. La abogada de 59 años de edad gestionó una reunión con el presidente electo, Sebastián Piñera, con quien tiene agendado un encuentro en su oficina en Apoquindo 3000.
Ortega Díaz también quiere reunirse con autoridades del saliente Gobierno de Michell Bachelet, como el canciller Heraldo Muñoz, quien participará en los próximos días en la mesa de diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana en Santo Domingo. Este tipo de encuentros han sido la tónica de la fiscal desde que fue destituida por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y luego que fuera ordenada la detención de su esposo, el diputado Germán Ferrer.
Desde su salida de Venezuela, se instaló en Bogotá, ciudad que ha utilizado como punto de base. Desde entonces ha visitado Brasil, México, Perú, Costa Rica y también Canadá y latitudes europeas como La Haya, donde denunció a Maduro frente a la Corte Penal Internacional. Desde hace meses se especulaba con un posible paso por Santiago. De hecho, a fines de agosto, el fiscal nacional Jorge Abbott dijo que durante una Cumbre de Procuradores en Brasil le había ofrecido asilo político a Ortega Díaz.
Con información de La Tercera.