Brasileños desatan frenesí del carnaval callejero previo a desfiles en Río

Brasileños desatan frenesí del carnaval callejero previo a desfiles en Río

Foto: EFE
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Los brasileños se lanzaron en masa a las calles el sábado para seguir desde temprano el frenesí de música, baile y cerveza de los “blocos” de Carnaval, que calientan la antesala de los exuberantes desfiles de las escuelas de samba en Río de Janeiro, reseñó AFP.

Desde la ciudad de Recife en el noreste hasta Río de Janeiro o Sao Paulo en el sureste, millones de hombres, mujeres y niños pusieron pausa a una crisis económica devastadora y dejaron de lado el tembladeral político que aqueja al país para armar una fiesta a cielo abierto, que comenzó oficialmente el viernes por la noche y cerrará el miércoles después del mediodía.

En Recife, el “Galo de Madrugada” se jacta de ser el mayor “bloco” callejero del mundo. Según reportes de la prensa brasileña, convocó a casi dos millones de personas este sábado en un cortejo que se extiende por seis kilómetros a través de los barrios céntricos de la capital del estado de Pernambuco.

Una mujer disfrazada de policía pedía por la paz, mientras agitaba su cadera junto a un falso pirata bañado en brillantina que sostenía hábilmente una lata de cerveza.

La música es un continuo que acompaña los movimientos de superhéroes, celebridades y futbolistas de cotillón. “Tudo de bom” (todo lo bueno), deseaba la policía a los televidentes, arrojando besos a la cámara de la televisora Globo que registraba la fiesta.

Lo mismo en Salvador de Bahia que, tal como Recife y Olinda en Pernambuco, no tiene sambódromo ni desfiles de escuelas de samba, pero sí carnavales callejeros de fuerte tradición y enorme convocatoria.

En la capital bahiana, con su eterno calor tropical, decenas de espectáculos ocurrían al mismo tiempo con shows de artistas como Claudia Leite, Ivete Sangalo o Carlinhos Brown cantando desde lo alto de camiones.

La noche del viernes en el Pelourinho, en el corazón de Salvador, un homenaje a los 50 años del movimiento musical Tropicalismo reunió a gigantes de la música brasileña como Gilberto Gil y Caetano Veloso.

Funk y samba

Rio de Janeiro es otro hervidero este sábado. Pese a las nubes, el centro neurálgico del Carnaval ofrecía centenares de espectáculos simultáneos por toda la ciudad, encabezados por el bloco “Bola Preta”, patrimonio cultural carioca con 99 carnavales en su haber. Citando a la alcaldía, la prensa dijo que 1,3 millones de personas participaron del cortejo de este grupo de carnaval callejero.

En otro barrio, los músicos del “Bloco da Favorita” arengaban con su funk desde el techo de un camión a una multitud que bailaba y bebía desde poco después de las 10 de la mañana.

Su cantante proponía diversión con el micrófono pegado a los labios, una gorra de béisbol puesta al revés y las manos subiendo y bajando incesantemente.

En el Carnaval modelo 2017, el funk es uno de los estilos que más se mezclan con las tradicionales sambas y las “marchinhas” que suenan desde los camiones de sonido, donde decenas de músicos apalean tambores, codo a codo con las computadoras de los disc-jockeys y exhuberantes bailarinas en bikini y tacones altos.

Una Mujer Maravilla saludaba al lado de un nutrido grupo de hombres vestidos como “Lady Bugs”, la superheroína animada francesa, y simulaban combatir el mal saltando y bebiendo, embutidos en trajes de lycra de lunares y con pelucas azules de dos coletas.

Sao Paulo, el centro económico del gigante sudamericano, es otro inmenso salón de baile, donde llovía espuma sobre una multitud que mezclaba torsos desnudos, plumas, máscaras, falsos Freddies Mercurys, tiaras doradas y, claro, alcohol desde la mañana.

Los desfiles de las mayores escuelas de samba de Rio de Janeiro tendrán lugar la noche del domingo y lunes en el emblemático sambódromo de Sapucaí, la última explosión de brillo y color antes de que todo vuelva a la normalidad el Miércoles de Cenizas.

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