Muchas personas piensan que vivir con alguna discapacidad hace todo más difícil y hace que cada meta esté llena de barreras. Sin embargo, hay algo que se llama “la paradoja de la discapacidad”: la gente con impedimentos dice que tiene una calidad de vida tan buena o incluso mejor que la de los no discapacitados, reseñó toyfeliz.net.
Los estudios muestran, por ejemplo, que los niveles generales de satisfacción con la vida, de la gente con lesiones, no se ven afectados por su discapacidad física.
Esto nos demuestra que el florecimiento humano es posible incluso cuando se carece de los sentidos o la movilidad.