A dos años, agresión a Marvinia Jiménez sigue impune

A dos años, agresión a Marvinia Jiménez sigue impune

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Foto: Amnistía Internacional

En Venezuela existen varias historias que muestran que la mujer todavía sufre y padece de abuso, explotación e impunidad como el caso específico de Marvinia Jiménez quien se dio a conocer en el mundo entero por medio de unas imágenes en las que se veía como era brutalmente golpeada por una funcionaria de la Guardia del Pueblo durante las protestas de febrero en el año 2014, reseñó Amnistía Internacional.

Por Gabriella Buada Blondell

A Jiménez la agredieron en la urbanización La Isabelica, en Valencia estado Carabobo, cuando en una manifestación tomaba fotografías con su celular. Fue insultada, golpeada, arrastrada y detenida por agentes de la Guardia del Pueblo el lunes 24 de febrero de 2014. Un uniformado apuntó a su cabeza con una pistola, exigiéndole que le entregara su celular mientras que ella le decía que era inconstitucional el uso de armamento en las protestas y en ese mismo momento Marvinia fue tomada por su cabello de forma violenta por una uniformada quien en pocos segundos golpeaba en el rostro a Marvinia y le propinaba repetidos cascazos.





Pasados dos años desde las crueles imágenes que mostraban cómo fuiste agredida y a más de un año desde tu reunión con el Defensor del Pueblo, ¿cuál es el estatus del caso?

El 9 de enero de 2015 me reuní con el Defensor del Pueblo, Tareck William Saab y me pidió 48 horas para poner a derecho a la prófuga y en mi presencia llamó al general Nestor Reverol quien evidentemente se negó a entregarla. Tengo un compromiso del Defensor firmado y sellado por su despacho pero hasta el momento no hay avances en la investigación.

¿Qué pasó con la funcionaria y los funcionarios implicados?

La funcionaria sigue prófuga y los funcionarios aún no son identificados. Quien me propinó los golpes tiene orden de aprehensión desde el 2 de marzo de 2014 y todavía no la han presentado, además se mantiene a buen resguardo por parte de altos funcionarios de la Guardia Nacional. La han visto de paseo con su familia y en restaurantes acompañada de otros efectivos militares.

Durante todo este tiempo he pedido que identifiquen a los tres funcionarios hombres que me agredieron, y la Fiscalía se mantiene en silencio. Los hechos ocurrieron en Carabobo, pero el expediente está remitido en Caracas y al principio me decían que había retraso en las investigaciones, me traslado constantemente pero tampoco obtengo respuesta.

Algunas mujeres sienten discriminación e incluso la revictimización durante el proceso de la denuncia y en la búsqueda de justicia, ¿cuál ha sido tu experiencia con las instituciones encargadas de darte respuesta?

Sí, debido a que el caso fue mediático y se politizó, desde arriba dieron la orden de darle largas y no pronunciarse. Es cierto que me atendieron pero no procesan las denuncias, retardan las respuestas de las investigaciones hasta el punto que dos años después no existe ningún avance ni en tribunales, ni en fiscalía ni en la defensoría. Ellos están jugando al cansancio violando los lapsos establecidos en el debido proceso.

Continuaré haciendo uso de mi derecho de exigir justicia y seguiré pidiendo a las autoridades que me permitan chequear el estatus de mi agresora y cotejar que efectivamente está solicitada por los entes de justicia venezolanos en el sistema de visores que posee el Palacio de Justicia y el Ministerio Público. Solo insistiendo conseguiré que se haga justicia y estaré tranquila cuando detengan a todos los funcionarios implicados en esa golpiza.

Aunque fuiste agredida, te imputaron cinco delitos: instigación pública, obstaculización de la vía pública, lesiones personales, resistencia a la autoridad y daño a la propiedad privada. ¿Continúas siendo acusada?

En la Fiscalía donde soy imputada ni siquiera han bajado las diligencias o pruebas, testimonios, videos e informes médicos, todo está en la Fiscalía de Derechos Fundamentales. Han pasado dos años y todavía no sobreseen la causa, no acusan ni archivan, tampoco piden formalmente una prórroga para seguir investigando, no han promovido testigos ni han hecho nada y si no los hubiesen filmado y fotografiado, quizás me hubiese ido peor porque todo demuestra que soy inocente. Mi expediente está lleno de vicios porque nada concuerda y no lo deciden porque quedarían en evidencia de haber violado mis derechos.

Con todo lo que has vivido en estos últimos dos años, ¿cuáles son tus expectativas en el corto, mediano y largo plazo?

En el corto plazo seguiré luchando para derrocar a esta dictadura y para que se liberen a los secuestrados políticos, luego ayudaré a vigilar para que la nueva democracia se respete y en el largo plazo seguiré luchando para que la búsqueda de justicia no termine y todos los culpables de violaciones de derechos humanos y quienes los protegen paguen por sus acciones. Todo debe tener registro para que no se olvide a ninguna víctima y así se puedan demostrar las faltas.

Marvinia es una mujer distinta después de estos dos años, antes llevaba una vida normal y se ganaba la vida cosiendo, pero ahora alza la voz ante actos de injusticia, quiere contribuir a la defensa de los Derechos Humanos porque piensa que no es la primera ni la última víctima y porque está convencida en que la represión continúa en Venezuela y eso tiene que denunciarse. Dice que en sus manos está demostrar la vinculación entre los altos funcionarios de gobierno (sobre todo GNB y PNB) en la criminalización de la protesta y la única manera de cambiar el abuso de poder es hacer activismo.

Hoy, día internacional de la mujer, escribe a las autoridades Venezolanas instándolas a investigar de forma exhaustiva, independiente e imparcial los golpes y malos tratos recibidos por Marvinia Jiménez y asegurar que los culpables sean llevados ante la justicia. Proteger de acuerdo a sus deseos a Marvinia Jiménez y su familia de toda violencia, amenaza de violencia o cualquier otra forma de intimidación que pueda producirse a raíz de la investigación.

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Foto: Archivo – Protestas 2014