Más de cuatro días tenía la niña de 10 años con síntomas de descompensación. La mamá les comentó a los doctores que su hija tenía días presentando un cuadro de vómito y diarrea, pero en vista de que los remedios no le hacían efecto, decidió trasladarla para evitar deshidratación.
No más de 12 horas permaneció la niña en el centro asistencial. Horas antes del deceso, los familiares supieron que fue víctima de abuso sexual y que además su repentina muerte estaba ligada a esta situación.
La niña presentaba enrojecimiento en el recto y, además, una inflamación que alertaba a los especialistas. Fue a través de este singular descubrimiento que los doctores redireccionaron la investigación. Fuentes ligadas a las averiguaciones destacan que la víctima sufrió lesiones severas en el recto, provocadas por el aberrado sexual.
La mañana de este martes aún los dolientes no recibían el cadáver de la infortunada. Además, la mamá y otros familiares que la acompañaban en la policía científica seguían respondiendo a las interrogantes de los pesquisas.
Con las primeras averiguaciones los detectives descartaron la participación del papá y de algún pariente directo. Sin embargo, se cree que el responsable de la muerte de la niña es una persona cercana a su entorno y debido al temor que este le sembraba a la muchacha, nunca se atrevió a acusarlo.