La emergencia no fue el incendio de una camioneta en un taller mecánico en Atapaima II de Cabudare, sino los Bomberos del municipio quienes no tenían carros para trasladarse y lo hicieron en una moto particular, reseña El impulso.
Tampoco contaban con agua, entonces, usaron tierra para apagar el fuego, pues su ética y ganas de solventar la situación rápidamente, los llevó a usar los métodos tradicionales.
Los 28 funcionarios bomberiles se encuentran en total emergencia, pues cuentan con 12 unidades y todas están dañadas.
Los grupos de guardia son de entre cinco y seis uniformados. Si alguien llama por alguna situación irregular, piden a las víctimas que los busquen, van a verificar al sitio la magnitud y ahí llaman a sus colegas de Iribarren, quienes los socorren.
Dijeron, sin mencionar sus nombre por posibles represalias, que el alcalde José Barreras no ha hecho inversión en cuanto a los implementos de operatividad para atender las solicitudes de los ciudadanos. Las mejoras se han orientado hacia la infraestructura del cuerpo bomberil.
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