Con estupor analizamos el video que soltó la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela en la noche de este martes, el cual se presenta como una bella historia de bondad protagonizada por Nicolás Maduro.
Lo cierto es que a nuestro hermoso país, Venezuela, lo mata rápidamente un cáncer llamado corrupción y cuando el mal ejemplo lo da el primer mandatario nacional pareciera que estamos condenados a seguir siendo la meca de los vivos pendejos que no viven en sociedad, muy a pesar del cacareado “socialismo del Siglo 21”.
Si esa camioneta no la compró el ciudadano Nicolás Maduro con sus ahorros de cuando era empleado del Metro de Caracas, más lo que haya ahorrado siendo diputado, canciller y ahora presidente; esto es la vulgar utilización indebida del erario público cometida por un funcionario: el presidente.
¿Cual es la justificación de entrega gratis de un bien público?, ¿El anti “catanare” es la prioridad nacional?
Esto es malversación populista pública y notoria, que en un país serio ya estaría siendo investigada por la Fiscalía General y la Contraloría.
