Por favor, se acabó el “echarle las culpas” a todo lo que hay afuera (al imperio, a la oligarquía, a los “apátridas”, a Uribe, a los empresarios, a los pitiyanquis, a la Iglesia). Basta de proyectar “la culpa” y “cargarle el muerto” a otros (aunque quienes tengan que rendir cuentas, de acuerdo a la Ley que lo hagan). Es ineludible ahora que cada quien tome responsabilidad por sus acciones. Pero quienes nos gobiernan, también están obligados a rendirle cuentas al pueblo como manda la Constitución y las Leyes de la República, por cada bolívar que han administrado, por cada acción y por la crisis que hoy vivimos, sin más retórica.
Dondequiera que hay una práctica democrática, las normas del juego político las define, como la ausencia de violencia y un conjunto de garantías institucionales opuestas al avasallador poderío del Estado. Sino un firme compromiso fundamentado en la razón, para lo cual debemos empezar por eliminar los mayores obstáculos a la compasión: la ira y el odio que hoy lastimosamente se hace presente en el discurso público venezolano. Y como todos sabemos, estas son emociones negativas que nos invaden y que le han hecho daño a la mente del ciudadano.
Venezuela es un País, bendecido por Dios, por sus riquezas naturales y por lo laborioso de su pueblo; que impresiona a quienes nos visitan. Y que nos obliga a desarrollar un sentimiento de mayor responsabilidad, hacia los demás en el deseo de ayudarlos activamente a superar los problemas que hoy padecemos.
El gobierno está obligado a entender, que es urgente e impostergable un cambio de las actuales circunstancias que vivimos los venezolanos. Que muchos “aliados” internos y externos, si tienes dinero y poder, pareces tener muchos amigos. Pero no son amigos tuyos ni amigos del pueblo venezolano, son amigos de nuestro petróleo y de nuestras riquezas.
Pero frente a las dificultades y los problemas, lo que muchos necesitamos es, tener pasión por Venezuela.
Diputado Freddy Paz
@freddyspaz