El pasado viernes el niño Yeiber José Piñero Godoy (2), falleció de una manera inimaginable para muchos, cuando presuntamente su propia madre y padrastro le propinaron una brutal paliza que ocasionara su muerte para luego incendiar su vivienda y simular que el hecho fue un accidente: Sin embargo, este caso no quedó impune, debido que se conoció que los supuestos homicidas serán recluidos en la Penitenciaria General de Venezuela (PGV), ubicada en San Juan de Los Morros, reseña El Periodiquito.
Extraoficialmente, se supo que este lunes a Yeni del Carmen Godoy Vargas (28) y a Danny Orlando Muñoz Hernández (22) (madre y padrastro del niño) les dictaron privativa de libertad, imputándoles varios delitos, entre los que resaltan el de homicidio calificado y que esperarán por su juicio en la PGV.
MATÓ A SU HIJO Y LUEGO “INCENDIÓ EL RANCHO”
El asesinato ocurrió luego que la pareja recibiera la visita de unos amigos en su vivienda, ubicada en la parte alta del barrio Tierra Blanca vía al tanque del sector La Quebrada y durante el sarao decidieron comenzar la ingesta de licor.
Al retirarse los invitados, la pareja comenzó supuestamente una alocada discusión física y verbal por celos que arrojó la muerte del pequeño que se encontraba con ellos en ese momento.
Está información fue suministrada por la supervisora de la Subdelegación de Caña de Azúcar del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Mercy Bracho, quien explicó que los “desalmados” luego de incendiar la vivienda salieron a diferentes comisarias a “hacer un show” solicitando la ayuda de los cuerpos de seguridad, cuando el niño tenía más de dos horas muerto.
Posteriormente, familiares del padre del niño asesinado, aseguraron en la morgue de Caña de Azúcar, mientras esperaban el cadáver, que el padrastro era un hombre violento. “Meses atrás Danny Muñoz hirió a mi hijo con el pico de una botella. Sabíamos que era violento y por eso le pedimos a Yeni que nos entregara al niño pero ella no quiso”, dijo la abuela del pequeño, Carmen Galea.