En un verdadero dolor de cabeza se ha convertido para los conductores conseguir repuestos para sus vehículos. El Tiempo
Según los choferes y encargados de establecimientos del ramo, la situación se ha agudizado desde el último trimestre del año 2013.
Víctor Alexander, encargado de Automotriz Doublerr en Barcelona, indicó que las baterías, carburadores y piezas que conforman el tren delantero son los más escasos, aunque aseguró que todas las autopartes están desaparecidas desde hace meses.
“La situación es un desastre, así como los repuestos, también pasa lo mismo con los aceites, que sólo nos llegan algunos tipos”, dijo.
Manifestó que los modelos más afectados son Ford, Malibú, Corolla, Aveo, y Optra.
El encargado de Mannarys Motors en Barrio Sucre de Barcelona, Luis Oca, considera que todo el sector está en crisis.
“No hay nada. Lo poco que tenemos son de inventarios viejos, y además los precios de los repuestos han aumentado hasta en 100%”.
Oca estimó que en caso de que la situación continúe, van a tener que cerrar el establecimiento en dos meses. “Muchos negocios ya han desaparecido”, expresó.
La escasez de repuestos automotrices también está golpeando a los conductores de Anaco. Así como en los supermercados han tenido que hacer colas para adquirir algunos de los artículos para reparar sus vehículos.
Conseguir una batería se ha convertido en toda una odisea, en algunas ventas se observan avisos que informan horarios establecidos para la venta de los “generadores de voltaje”.
“La distribución no es la misma desde hace algunos meses, ahora nos llegan entre 10 a 20 cada tres semanas y nos exigen que entreguemos las viejas”, señaló Florencio Jiménez, encargado de un comercio de autopartes en la avenida Mérida.
Otros accesorios desaparecidos son los rodamientos y partes eléctricas. “Estamos vendiendo poco, nos preocupa que el negocio deba cerrar o prescindir de personal” agregó.
Esta situación también aumenta los costos en las reparaciones y hasta la calidad del servicio.
Anthony Velásquez llegó al mismo local buscando un amortiguador de calidad para su Corsa, pero se fue con lo que había. “Ahora hay que llevar lo que hay, aunque eso genere que me dure poco y un doble gasto en mano de obra”, manifestó.
Velásquez cree que el gobierno debe aplicar medidas desde las fábricas y supervisar todo el proceso de distribución para ver donde está la falla.